Darksiders III: despacio y con buena letra

Es cuanto menos curioso el hecho de que Darksiders, una de las franquicias más prestigiosas de la sufrida THQ, haya sido de las que más hayan tardado en encontrar comprador. Cierto es que los extraños movimientos sitos en Vigil poco antes de la quiebra -con ese Madueira saliendo despavorido del estudio que ayudó a crear- y las simplemente correctas ventas de Darksiders II no parecían motivar especialmente a las productoras pujantes, si bien la historia parece haber llegado finalmente a buen puerto.

Quién se ha animado a hacerse con tan interesante saga ha sido el conglomerado austriaco Nordic Games, que también ha hecho lo propio con Red Faction, Supreme Commander, Titan Quest y así hasta 150 licencias... y todo ello por menos de cinco millones de dólares. Habiendo demostrado habilidad y paciencia a partes iguales, los editores del reciente Painkiller Hell & Damnation (suyos son sellos como JoWood, The Adventure Company o DreamCatcher) confían de pleno en las posibilidades de Darksiders, pero no quieren publicar cualquier cosa. Teniendo en cuenta la gran calidad de las dos entregas existentes, se quiere trabajar en un producto a la altura de las circunstancias, si que los calendarios aprieten en pos de no devaluar tan magna serie.

Se necesita bastante tiempo para realizar videojuegos. No veréis un nuevo Darksiders este año; no creo en hacer una secuela de mierda"

Así hablaba el consejero delegado de Nordic Games, Lars Wingefors, añadiendo que están buscando al equipo más idóneo para que Darksiders III sea una realidad. Declara estar en contacto con varias desarrolladoras, y deja patente su deseo de que Crytek USA, con los cuales están conversando, entre en el proyecto. Cabe recordar que en la sucursal americana de los padres de Crysis se encuentra el grueso de Vigil, responsables de la serie; aunque Wingefors está abierto a propuestas que hagan de esta tercera entrega un mejor juego.

Saliendo a la luz el destino de las marcas de THQ que quedaban por ubicarse, y a pesar de las aparentemente buenas noticias en relación a Darksiders, Red Faction y demás, uno no puede evitar el tener la sensación de que el mundo del videojuego pierde encanto a favor del ejercicio empresarial que en verdad es. Claro está que el continuar con una saga de éxito es un bien que congratulará a todos los que, por seguir con el presente ejemplo, hemos seguido la historia de Guerra y Muerte; pero no dejo de pensar en otros tiempos en los que las ideas originales eran bienvenidas. Y a rey muerto, rey puesto.

Porque estoy completamente seguro de que los más que talentosos equipos de desarrollo sitos en cualquier de estas productoras son más que capaces de generar nuevas IPs susceptibles de llegar a lo más alto, sin tener por ello que depender de una serie de franquicias o sellos que, siendo sinceros, han demostrado poco en términos de ser solventes a nivel comercial. Por supuesto que sería bastante triste contemplar cómo se terminan perdiendo en el limbo de los olvidos, pero no deja de contrariarme que el destino de aquello que nos encontremos en las estanterías depende más de manos estrechándose e intercambiándose billetes que del talento creativo existente más allá de los que llevan la chaqueta y la corbata.