1. Mundogamers
  2. Noticias
  3. PC

Cómo sobrevivir a la Arena de Hearthstone

Hay que saber elegir
Por Kysucuac

La Arena de Hearthstone es un modo de juego que lleva un tiempo sin saber cómo encajar con todos los jugadores. Para muchos es el demonio hecho modo de juego, porque puede ser endiabladamente difícil. La mecánica basada en construir un mazo con cartas “diferentes” a las de nuestra colección abre un mundo de posibilidades, pero también hay que saber qué elegir y en qué momento para poder sobrevivir.

 

¿Por qué os cuento esto ahora? Porque con el Festival de Escarcha hemos podido acceder a la Arena con un pase gratuito. Para aprovechar este pase, o para aprovechar siempre el dinero cuando os atreváis a comprar un pase a la Arena, es mejor que tengáis en cuenta algunos detalles que os alejarán de un mal resultado demasiado temprano.

 

La Arena no es igual a jugar una partida normal, nos arriesgamos a jugar sin saber con qué en nuestro mazo. Tendremos que elegir sobre la marcha y no es una decisión que haya que hacer sin pensarlo demasiado.  El primer paso es elegir el héroe adecuado. Tenemos que conseguir dar con algo que funcione a la perfección, que nos permita llevar una estrategia segura. ¿La respuesta? El Mago.

 

Jaina (o Medivh, en su defecto) cuenta con hechizos comunes y básicos que siempre salen en la selección de mazo de la Arena. Esto nos da una seguridad que otras clases no pueden proporcionarnos. Otra buena opción podría ser el Chamán o el Paladín.

 

1961701384289

La curva de maná es el aspecto más importante en nuestro mazo de la Arena

Es muy importante que mantengamos un coste de maná medio: no podemos llenar el mazo de cartas demasiado baratas ni demasiado caras. Lo mejor es contar con una baraja de un coste medio de 4-5 (mejor 4 que 5, también hay que decirlo). A partir de ahí, un par de excepciones con cartas de coste elevado y unas cuantas de coste bajo.

 

Mantener un buen ritmo a lo largo de toda la partida es la clave: hay que poder debilitar al rival antes de que lleguemos al turno ocho, aproximadamente. Desde ese momento, confiaremos en nuestras cartas más altas para poder terminar con nuestro rival.

 

Hay que saber llevar el control de la partida. Para ello lo mejor es elegir cartas de esbirros que no puedan ser eliminados con facilidad, que el rival necesite de varios turnos para acabar con ellos o que necesite silenciarlos, por ejemplo. Cartas para limpiar la mesa, como Vórtice abisal, pueden ser muy útiles, pero también debemos saber cómo ir debilitando al otro poco a poco.

 

Por último, debemos tener en cuenta que elegir cartas que dependan de otras en base a una cierta sinergia no son una buena opción. Construir, por ejemplo, un mazo de múrlocs en la Arena es muy arriesgado: la selección que hacemos antes de las partidas puede dejarnos sin esa combinación, presentando sólo dos o tres cartas que puedan combinarse. Lo adecuado es construir un mazo donde ninguna carta dependa demasiado de otra. 


<< Anterior Siguiente >>