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Clementine, la deuteragonista

Al habla el productor
Por Toni Piedrabuena

Clementine fue uno de los recursos más importantes a la hora de convertir The Walking Dead en la montaña rusa de emotions que es. Más allá de ser sólo una niña que cuidar, era una esperanza de un futuro mejor y un símbolo del impacto que causaban nuestras acciones en los demás. Las últimas palabras de Lee hacia Clementine tienen un peso muy especial, porque no son sólo una despedida sino una última lección: “mantén tu pelo corto”, “aléjate de las ciudades”… ‘Clementine lo recordará’, dice el juego, y nosotros lo sabemos. Este es un momento muy importante: vamos a definir el futuro de esta niña. Escoger estas palabras es nuestro último favor, y a partir de ahí la vemos abandonar el nido.


Los que hayan jugado a Bioshock 2 recordarán que esta estructura repite a un nivel más profundo la relación entre Eleanor Lamb y Delta, quien la educa a través de sus acciones para ver finalmente cómo su hija decide reaccionar ante el mundo. Ver los resultados de nuestras acciones es algo muy importante: no se puede cortar al jugador y decirle que lo que ha hecho no tiene ninguna importancia.


El papel protagonista de Clementine lo hace de forma tajante.

 

"No es lo mismo ver que hacer" resumido en una imagen


Durante mi análisis de Beyond: Dos Almas acuñé, en un ataque de soberbia, la “paradoja del titiritero”: una situación en la que el jugador y el avatar no tienen una relación de correspondencia directa. Telltale nos ha educado para ver a Clementine como un personaje independiente: nos hemos preocupado por ella, la hemos protegido y, más importante aún, la hemos educado. Al tomar su control, muchas de esas enseñanzas y todo este esfuerzo se van al carajo.


Somos Clementine. Cuando ella se enfrente a un dilema, seremos nosotros quienes la digamos cómo proceder. Todos los esfuerzos de Lee se disuelven porque ahora él, nosotros, la poseemos. La segunda temporada debería mostrarnos las consecuencias de nuestras acciones desde la perspectiva de un tercero. Cuando Clementine sostiene una foto de Lee sobre una hoguera, una opción nos invita a quemarla ¿realmente lo haría ella? ¿Hasta qué punto estamos alterando su personalidad? ¿Qué valor tiene realmente este objeto para la chica? Clementine sigue conservando rasgos de personalidad, pero dentro de un amplio margen decidimos el rumbo que tomará ante una bifurcación. No estoy seguro de que esto deba ser así. Clementine es nuestra niña, pero no deberíamos ser unos padres sobreprotectores. All that Remains, y probablemente toda la segunda temporada de The Walking Dead se centrará en mostrar su proceso de madurez y en qué clase de persona se ha convertido, no sólo qué actitud ha tomado frente a la vida.


Pero ese es un misterio cuya respuesta nunca sabré al completo. Porque ahora yo soy Clementine.


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