1. Mundogamers
  2. Noticias

China abre su mercado a las consolas

Y un nuevo tráiler
Por Víctor Junquera

China. Más de mil millones de chinos que hay dando vueltas por ahí. Imaginaos si todos empezasen a comprar videojuegos. No, espera, eso ya lo he dicho. Otra vez.

 

No sé si lo sabréis, pero China había “prohibido” las consolas en el 2000, con las comillas del tamaño de un rascacielos porque, según he visto al investigar un poco, comprar una sigue siendo tan fácil como ir al sótano de una tienda y punto. Pero bueno, prohibición a nivel oficial, esa es la cuestión. El pasado día 7, sin embargo, esa prohibición desapareció. Las tres grandes casas pueden entrar legalmente en la que, según Reuters, es el mayor tercer mercado en términos de ingresos a nivel mundial. Desde luego no es moco de pavo: en 2011, de los 18 600 millones de dólares que recaudó el PC en ventas, China aportó casi una tercera parte.

 

¿Quién puede con el titán?

 

Así que todo es felicidad y ahora Sony, Microsoft y Nintendo pueden abrir un nuevo frente en su eterna guerra ¿verdad? No exactamente. En primer lugar, hablemos de hábitos. La raza maestra tiene dominada la escena china, con dos tercios de los ingresos tirando a títulos de PC. Los cibercafés son muy habituales, los arcades son muy habituales y, bueno, ya sabéis esos clichés de los chinos jugando a Starcraft o farmeando en World of Warcraft. Ese es un hábito muy difícil de quitar, más aún si tenemos en cuenta que la gran mayoría de los chinos prefieren los juegos freemium. El móvil, los juegos sociales y de buscador manejan el cotarro. Demonios, FarmVille es un plagio a Happy Farm, que es un juego chino que triunfa. Ahora el freemium empieza a estar disponible en consolas, pero las casas van a tener que tirar más si quieren atraer por ahí. Roger Sheng, director de investigaciones de la firma Gartner, dice que “necesitan pensar en cambiar sus modelos de negocio y estudiar el éxito que provee el mercado de los juegos de Internet cuando los juegos son gratuitos pero exigen dinero para operar juegos”.

 

Básicamente más les vale ponerse a desarrollar títulos freemium. Y digo freemium de verdad, no pagar 60 euros y tener micropagos después.

 

Pero incluso en ese caso hay otro gran problema: los chinos son pobres. La compañía hongkonesa CLSA calcula que más del 70% de los gamers gana menos de 463’5 euros al mes, y dudo que nadie esté dispuesto a dar el sueldo de su mes para jugar a una consola cuando ya tiene su PC y su móvil. Reuters toma como ejemplo a Yang Anqi, un estudiante de 23 años que lleva jugando a videojuegos más de una década, y dice que “comprar un juego por 200 o 300 yuanes (24 o 36’5 €) es algo insoportable o impensable para un jugador habitual como yo”.

 

Y con eso pasamos al siguiente problema: el mercado gris. Las consolas estaban “prohibidas” porque en realidad la gente podía ir a tiendas de barrio o a supermercados donde tenían sótanos en los que vendían consolas pirateadas. El ejemplo que puse en su momento era comprar una PS3 de un terabyte con varios juegos por un precio ridículo ¿qué ventaja verán los chinos a comprar una PS4 más cara, con un disco duro de 500 gigabytes y sin ningún juego incluido? Si Kotaku es de fiar, parece que todos saben dónde están estas tiendas, de modo que salvo que desaparezcan de la noche a la mañana, Sony, Microsoft y Nintendo tienen un rival muy duro al que enfrentarse.

 

Ay, este DLC...

 

Oh, y casi se me olvidaba hablar de la censura. Por supuesto que hay censura. Como dijo ayer el ministro de cultura Cai Wu, “las cosas que sean hostiles a China, o que no estén conformes con el Gobierno de China no serán permitidas. […] Queremos abrir la ventana un poco para que entre aire fresco, pero aún necesitamos una pantalla para bloquear a las moscas y los mosquitos”. Battlefield 4 está prohibido por “poner en peligro la seguridad nacional”. Ahora pensad en cuántos juegos ponen a los chinos como los malos o introducen ideas que podrían ser vistas como una perversión para el público chino y os haréis una idea de lo difícil que puede ser que ciertos títulos entren en el mercado.

 

China se ha abierto a los videojuegos y, curiosamente, parece ser un videojuego en si misma. Es el jefe final: las casas van a tener que utilizar todas sus habilidades si quieren superar este desafío y marcar terreno en China. La recompensa es la más jugosa, pero la escena no parece pintar tan bien.


<< Anterior Siguiente >>