Bloodborne, Kingdom Hearts y GLaDOS. Por la ciencia
A la hora de enamorarme de un villano en un videojuego tengo un fetiche. No disfruto con aquellos que quieren destruir el mundo o conquistarlo, la verdad es que esa meta me parece una perdida de su tiempo maligno; total, al final lo gobiernas y en diez años tendrás un partido de oposición o una resistencia, y todos sabemos que las resistencias siempre ganan, ¿y destruir el mundo, para qué? Tampoco queda tan mal en la galaxia.
A esos malos no me los creo, como tampoco me creo a los que secuestran princesas o a hijas del presidente, y es que sus planes tienen muchas lagunas. A los que me creo de verdad, y además funcionan maravillosamente en un videojuego, son los villanos cultos, los que hacen lo que hacen por el conocimiento absoluto, por alcanzar una verdad o poseídos por una idea a la que han llegado tras siglos de investigación.
Hablo de la búsqueda del conocimiento total sobre Kingdom Hearts de Xenahort, del por la ciencia de GLaDOS y de los estudiosos universitarios de Bloodborne. Este último título muestra cómo llevar al jugador por todo el proceso docente que transforma a una persona en un loco tras la búsqueda del conocimiento. Empezamos jugando en una ciudad corrupta por una determinada maldición, recorremos pasajes, calles y zonas que confirman la degradación del ser humano por su culpa, conocemos la construcción de iglesias que buscan una solución a la misma, y de pronto aterrizamos en una universidad que también está maldita.
En ella se nos hace caminar por un aulario sobrecogedor, vagar entre las clases, luchar contra los profesores de mente herida para acabar sumergidos en una pesadilla fruto del conocimiento. En otros videojuegos, como Kingdom Hearts, el paso del jugador por los descubrimientos del villano se producía a través de lecturas de sus investigaciones. En Final Fantasy VII, Sephiroth realiza una peregrinación de investigación sobre los Ancianos y Jenova que se nos cuenta a través de flashback. Encontramos algo similar a lo visto en Bloodborne en Portal y Portal 2, no similar con lo que se nos cuenta, sino con el cómo, con la experimentación jugable de la mente de un investigador, en este caso de GLaDOS, siendo nosotros el objeto de su estudio.
Esta tipología de villano es tan chula por cómo nos deja disfrutar de su locura y de su llegada a ella a través de los libros. A nivel narrativo es fantástico, porque existe una evolución con principio y final, desde que empieza a estudiar hasta que se vuelve malvado que se nos puede narrar, y ojo, que si el malo está bien construido acabamos comprendiendo que realmente no es malo per se, sino que todo lo hace por la ciencia.
<< Anterior Siguiente >>