Bloodborne. Dark Souls en espacios cerrados
Bloodborne ha enseñado la patita por debajo de la puerta durante la Gamescom, confirmádnose con todo un vendeconsolas para aquellos que han disfrutado de los Souls originales. Bloodborne es una total invocación a dichos usuarios a venir a PS4.
Lo que se ha visto es todo un canto a las mecánicas de estos, pero adaptadas a funcionar de una manera más satisfactoria en espacios cerrados, destacando el uso de la ya conocida escopeta y un desplazamiento lateral que no necesita de tanta recuperación como la típica voltereta del original. Cabe destacar también el paso adelante de la clase de Dark Souls 2 que permitía llevar dos armas, en esa animación mostrada en la que se entroncan convirtiéndose en una gigante.
El escenario sigue siendo formidable aunque ahora con una diferencia: el personaje protagonista sí parece superar con su presencia el desafío del mundo, no como En la saga Souls, que este era un mindundi preparado para recibir tortas, lo que hace que los nuevos movimientos, que encierran un mayor dominio del entorno y las hordas funcionen.
La presencia de enemigos gigantes en estos entornos cerrados es también una bendición del cielo, en contraste con los rings de Dark Souls 2, que permitían demasiadas escaramuzas y huidas, sobretodo al ser jugados por dos o más jugadores.
Por lo mostrado, Bloodborne parece coger lo mejor y más interesante de los Souls en términos jugables: los combates en escenarios estrechos contra varios enemigos, cargando la nota sobre una única ambientación a la que cargar de contenido, evitándose otras tantas cosas de la saga para conseguir una personalidad propia.
Bloodborne, además, por su apariencia más cercana a un beat´em up más tradicional puede funcionar como el reclamo perfecto para aquel que no se atreva a probar con el buque insignia de From Software. Pero el juego tampoco engaña a nadie, sigue siendo Souls por los cuatro costados, lo que en un videojuego que siempre ha apostado por innovar a través de la narrativa, puede que llegue a agotar. Pero no es así (o esperemos que no).
La mejora está en las pequeñas cosas, como que todo lo que veamos será alcanzable en un principio, llevando más allá eso tan de Dark Souls de enseñarnos un objeto en la cara pero inalcanzable, y obligándonos a romper la cabeza para llegar a él. También se explotará el concepto aquel de salvar a otros aventureros para que luego colaboren con nosotros por su propia decisión. Lo comenzado con los PNJ trolls aquí ha de llevarse más allá.
Si la evolución del concepto va a través de escenarios, reacciones con PNJ y mejoras en el combate para poder controlar mejor el ataque de varias criaturas, tienen asegurada mi compra. Aunque a quién quiero engañar, a mí ya me tienen convencido desde el anuncio del título.
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