Apple presenta su nuevo portátil con pantalla "retina display"
Ayer Apple volvió a dar guantazos al aire en una de sus presentaciones – o keynotes, como dicen los modernos – al anunciar su próxima generación de portátiles, abanderados por las especificaciones técnicas del nuevo MacBook Pro. Una monstruosa máquina que pretende instaurar el “retina display” más allá de los terminales móviles y tablets. O lo que es lo mismo, una resolución de 2880x1880 en una pantalla de 15,4 pulgadas, el doble del estándar actual para monitores de ese tamaño con proporciones 16:10. Píxeles chiquititos, chiquititos.
iPad ya lleva luciendo palmito una temporada con sus 2048x1536 píxels en 9,7 pulgadas, que ya está bien, y el estándar actual para iPhone/iPod Touch – a la espera de que se presente la nueva generación – es de 640x960 en unas míseras 3.5 pulgadas. Ya me dirán ustedes hacia donde nos lleva esto. Pues está claro, a que el resto de potencias intenten no quedarse atrás lanzando productos análogos tengamos más dioptrías de la cuenta o no. De aquí a nada tenemos todo esto como un estándar forzado.
Para colmo de males y cambiando de tercio, hace unas semanas estuve exprimiendo la detallista versión de Max Payne 3 para compatibles, y echando un vistazo a sus posibilidades de configuración comprobé que es capaz de aguantar hasta resoluciones de 2560x1600. Que igual para ponerlo así tendría que enchufar el ordenador al proyector del cine de mi barrio ya que los televisores al uso no han superado la frontera del FullHD. De hecho, ahora empezamos a ir para atrás como los cangrejos, ya que esa tecnología 3D que nos intentan endosar como pueden los medios tan solo es capaz de plasmar la imagen estereoscópica a 720p. Y luego saldrá el 3DFullHD, luego el 4DReady y luego su prima hermana.
Ahora es cuando recapacitamos tras este baile de números y nos centramos en su uso exclusivo para videojuegos. Si es a día de hoy y las consolas no son capaces de alcanzar la alta definición sin sacrificar framerate, sincronizaciones verticales y demás tecnologías bastante necesarias, ¿qué pasa con la siguiente? Desconozco si existe un baremo al respecto, pero de existir algún paralelismo con la Ley de Moore, esto se va a romper por la base de seguir así. ¿Qué necesidad hay de instaurar modelos de imagen cada vez más nítidos y detallados si la propia imagen que se representa en éstos no es capaz de alcanzar esas cotas? Tras ver demostraciones técnicas de Unreal Engine 4 y demás motores de desarrollo, me temo existe el potencial riesgo de que el siguiente salto para lo que queda de década quede desfasado con demasiada prontitud si alguien no pisa el freno.
Miren a Wii U. Durante los próximos ocho años a lo sumo va a seguir tirando de los 720p en la mayoría de juegos de su nueva consola. Podría apostar a que las próximas consolas que están por venir pretenderán vender la moto de la súper resolución y la mega nitidez para toparnos al poco tiempo con que todo es fachada y limitación. ¿No creen que va llegando el momento de dejar de lado esas demandas prepúberes y darnos cuenta de que Moore ya sobra por aquí? En un tiempo en el que estamos viviendo un revival de retrogaming tan acusado, tenemos buenas referencias para darnos cuenta de que ese camino – al menos en el campo de los videojuegos – no hace falta seguirlo.
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