1. Mundogamers
  2. Noticias

Ante la escasez de minijuegos en 3DS, Mario Party: Island Tour

Son los obstáculos lo que dan sentido al camino
Por Rafa del Río

Para haberse labrado semejante fama en la pasada generación con Wii y NDS, Nintendo no está abusando en absoluto de los minijuegos con Wii U y 3DS, y de hecho, está pecando de falta de ellos. Cuando Nintendo 3DS aún no tiene ni su propio Wario Ware, la demo de características de la consola en formato Party viene de la mano de Mario Party: Island Tour.

 

Aunque el juego llegará a las tiendas europeas el próximo 17 de enero, ya hemos podido probar unas horas de la versión final del juego, y aunque propone cosas interesantes, el formato portátil sigue sin ser el más apropiado para un Mario Party, por mucho que se haya adaptado ligeramente para evitar esas partidas de horas y horas de las versiones de sobremesa.

 

El principal problema es que ya van nueve versiones de sobremesa y tres portátiles, y al contrario de lo que ocurre con los Mario de plataformas en los que más siempre es mejor porque hay muchas formas de hacerlo diferente, aquí se nota la fatiga y vemos muy pocas novedades, más aún al eliminar el divertido vagón de Mario Party 9 que obligaba a todos los jugadores a avanzar juntos. Aquí volvemos a los tableros tradicionales, las tiradas de dados y los minijuegos al final de cada turno, aunque cada uno de los siete tableros nos propone una mecánica diferente para darle variedad.

 

 

Por muchos dados que haya poniendo el azar de por medio, en cada juego de mesa siempre hay un factor de estrategia, y desde luego, Mario Party tiene algo de esa estrategia, otro algo de habilidad, pero también tiene ese factor de que alguien puede ganar sin hacer absolutamente nada, sencillamente cayendo en alguna casilla que de repente cambia las tornas de la partida o gracias a las bonificaciones del final. Siempre ha pasado, y parece que seguirá pasando, y aunque el juego te haga creer que la importancia está en los minijuegos, la realidad es que el dado, con su 0,1666% de posibilidades de complacerte, tiene todo el protagonismo.

 

Ni los nueve personajes se diferencian como lo hacen en Mario Kart, Tennis o Golf, ni tu habilidad con los 80 minijuegos te garantiza la victoria. Minijuegos que siguen sin buscar el cambio. Es una pena que viniendo de los mismos creadores de Wii Party y Wii Party U, que ofrecen propuestas tan frescas, Mario Party parezca algo tan duro y anticuado. Y desde luego, hay minijuegos divertidos, y hay una buena variedad gracias a haber incluido controles giroscópicos, táctiles o incluso con el micrófono, pero ni tienen la frescura y el reto de los microjuegos de Wario Ware ni se plantean como pruebas realmente relevantes como en los Wii Party. Casi parecen más un descanso entre tanta actividad de tablero que puede llegar a hacerse rutinaria.

 

Sobre todo se hace pesado para un sólo jugador. Evidentemente, un party game en solitario es algo un tanto triste, y Nintendo ha querido tenerlo en cuenta ofreciendo un método más directo que te ahorra todo el tablero y te lleva directamente a los minijuegos. La Torre de Bowser es un compendio de minijuegos contra una IA de dificultad ascendente, como si de un modo arcade se tratase, y sirve como gran incentivo para poner el juego si no tienes compañía.

 

Eso sí, gran acierto para la saga en formato portátil el facilitar el multijugador en red local. Aunque Mario Party: Island Tour no tendrá opciones online (aferrados a la idea de que los party games son para disfrutar en compañía, como si el UNO online no generase piques extremos), sí que permitirá multijugador en red local para hasta cuatro jugadores con sólo un cartucho para todos con el modo Descarga 3DS. Todo un acierto, desde luego, pero una situación que podría tornarse muy divertida no se daría muy a menudo.

 

Aún queda mucho por jugar hasta el análisis, quedan varios tableros por probar, casi la mitad de los minijuegos aún por ver y un multijugador que explotar, pero visto lo visto, Mario Party es una de las sagas de Nintendo que más urgentemente necesita una renovación, y el formato portátil, que es un formato fundamentalmente individual, no es el mejor camino para ello.


<< Anterior Siguiente >>