Andrew Wilson, director ejecutivo de EA
Andrew Wilson. Recordad ese nombre. Lo vais a empezar a oír en entrevistas, declaraciones y futuras noticias sobre Electronic Arts. Tras la resignación de John Riccitiello en Marzo, un sombrío aquelarre ha puesto la corona de sangre y espinas a Wilson, que se ha erguido como nuevo director ejecutivo de la compañía.
Me gusta pensar que realmente ocurre así.
Andrew Wilson supone una mezcla de lo viejo y lo nuevo. Su planteamiento pretende corregir los errores de Riccitiello en el aspecto económico, ya que el anterior director ejecutivo no había contribuido mucho a la bonanza económica de la compañía. Como él dice, “manejar los costes será crucial en cómo operemos cada día”, una lección a tener en cuenta tras fracasos como Fuse o Syndicate. Sin embargo la estrategia de publicación, en líneas generales, sigue las directrices del anterior CEO. En palabras de Wilson, “la estrategia de EA es razonable”. No os preocupéis, ese escalofrío significa que aún estáis vivos. “Nuestro enfoque en el talento, nuestras marcas y nuestras plataformas, junto con nuestra inversión en consolas de nueva generación, móviles y free-to-play en el PC como parte de nuestra transacción a lo digital, es correcta”.
Sin embargo, casi sorprende que Wilson haya decidido continuar el espíritu de Riccitiello, ya que tienen trasfondos muy distintos. Wilson lleva trabajando para EA desde el 2000, y había alcanzado el puesto de productor ejecutivo de FIFA, vicepresidente ejecutivo de EA Sports y de Origin. Es el primer ejecutivo de EA que ha logrado el puesto. Mientras tanto, antes de dirigir la compañía Riccitiello había trabajado como directivo de Häagen Dazs o director de marketing en PepsiCo, lo cual explica mucho.
Wilson ha llegado con energías a su puesto. Teniendo en cuenta su salario anual de 800.000 dólares, con un bonus anual de hasta 400.000 dólares adicionales, más acciones, es una actitud más que evidente. Wilson ambiciona ver EA “como la mejor compañía de videojuegos”, y la verdad es que los futuros lanzamientos como Mirror’s Edge 2, Star Wars: Battlefront III o Battlefield 4 pueden garantizar que, como poco, sabrán servir a su público, algo que Wilson ha declarado que es uno de sus objetivos principales junto a sus planes para “continuar nuestra transformación hacia el futuro digital” (lo cual significa seguir portando IPs a las plataformas móvil y free-to-play) e “instaurar una cultura de ejecución que lleve a un crecimiento beneficioso” (sólo hay que mirar a Battlefield 4 para saber a qué se refiere).
El trabajo para Wilson acaba de comenzar para una compañía a la que ha dedicado 13 años a su servicio, pero él está decidido a llevarla al límite y conseguir a los mejores trabajadores para rendir lo máximo de ellos. En sus palabras, “esto va de nuestra dedicación incansable a un cometido que llevaremos día a día. Esta es una actitud que debe dirigir nuestra cultura como equipo.”
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