Among the Sleep es un videojuego de carácter independiente que nos invita a meternos en la piel de un niño pequeño. Siendo un bebé, indefensos y ante un mundo que aún no conocemos, se desarrolla una historia de terror. Más allá de que el título sea bueno o malo, lo que sí es interesante es la propuesta en sí. En la generación que se va hemos disfrutado de un gran número de planteamientos FPS y no todos han sido de tiros. En títulos como Shattered Memories, Portal o Bioshock se juega con la duda acerca de quien es uno, y a través de ella, se desarrolla el juego. Pero yendo más allá de hacernos preguntar quiénes somos, es una excelente manera de transformarnos en otro ser y vivir plenamente como tal.
Por supuesto, el modo visual no es perfecto. La cámara en primera persona aporta una mayor inmersión en la aventura, más si se le añade la posibilidad de ver nuestras manos y piernas, como en Among the Sleep, pero presenta un fallo: la imposibilidad de ver lo que sucede a nuestras espaldas. Motivo por el que tanto este como la tercera persona se alternan en formatos, en función del ritmo del juego y de cómo se quiere desarrollar la relación con los elementos de nuestro entorno.
Pero este factor, es un detalle que se puede aprovechar, y se hace para construir experiencias más intimistas y que, por tanto, nos ayudan a convertirnos en quienes hemos de ser. Los videojuegos de sigilo que funcionan en primera persona se sienten como pez en el agua con este modelo visual; y eso que es un típo de videojuegos que necesita de toda la información posible, y aquí se le retira a propósito, pero funciona incluso a costa de no poder calcular bien las distancias y necesitar de ayudas visuales para comprender lo que nos rodea.
Esta cámara es la mejor manera de ser otro ser, de rolear a nuestro personaje, de convertirnos en otra persona o cosa y de incluir más interrogantes a la narración. Gracias a la pregunta de "quién es el que mira" se han obtenido maravillosas experiencias como Gone Home, una búsqueda en un inmueble para averiguar quien es el jugador, qué siente y padece. Among the Sleep hace creíble con este sistema el transformarnos en un niño, pero hay muchas otras experiencias que viviremos así, y que vendrán favorecidas por la espectacular técnica de la que hacen gala ahora los videojuegos.
El terreno indie lo tiene como un modo fantástico de desarrollar nuevas experiencias (la clave de un buen indie), como la del título que nos ocupa, para hacernos sentir náufragos infectados perdidos en una isla o linces que tienen que amamantar a sus cachorros, recurriendo a esa premisa tan de videojuego clásico de no te lo enseño todo, imagínate tú lo que falta.