2016 es el año de Persona 5
El 2016 está lleno de cosas maravillosas y prometedoras, títulos muy esperados, pero hay uno en concreto al que le tengo especial amor: Persona 5. Persona 4 llegó a nuestras vidas en el año 2008 y entregará nuevo título de la franquicia ocho años después, para que luego digan lo que es tomarse las cosas con calma. El salto del cuarto al quinto no parece la realización de un capítulo más, Atlus se ha saltado casi una generación entera y ha producido una especie de beta del proyecto: Catherine, para que todo quede perfecto.
Persona 5 tiene un tono más adulto que sus antecesores en el que la oscuridad de sus personajes parece ser aceptada, o por lo menos no totalmente rechazada por sus protagonistas. En Persona 4 la base del argumento era esa negación tajante, pero no lo es tanto aquí.
Esa paso de maduración lo hemos visto en Catherine, en el que lo que está mal y lo que está bien se pone en tela de juicio. Catherine ha servido también para otra cosa: probar la capacidad de Atlus de mostrar gráficos de calidad, con un apartado técnico capaz de presentar protagonistas que muestran emociones más allá de una ilustración adherida a un texto o una escena de anime.
Toda esa labor se verá reflejada en Persona 5. Lo interesante, a mayores de la nueva historia y el tono diferencial con respecto a anteriores entregas, es la ruptura con el clasicismo de los pilares nipones si hablamos en términos de jugabilidad. Aquí podremos, por fin, hacer más cosas que caminar y caminar por laberintos enfrentándonos con enemigos en combates por turnos, ahora podremos infiltrarnos, saltar y disfrutar de las habilidades de nuestros personajes sin tener que depender de menús.
En Persona 5 veremos también una manera de desarrollar su historia muy contemporánea. Como hemos disfrutado en juegos como Destiny o Metal Gear Solid V, tendremos base de operaciones y una serie de objetivos que cumplir. El grupo de investigación de Inaba se cambia por The Phantom Thieves, que en su misión de usar sus habilidades para cambiar el mund a mejor, tomarán uno u otro camino para lograrlo, pero sin un villano central con un plan maléfico que desbaratar, al menos al principio.
Este año espero muchos títulos: The Last Guardian, Wild, Dark Souls 3 y también quiero saber más sobre Horizon Zero Dawn, pero me apetece muchísimo comprobar cómo ha sido el resultado del trabajo de todos estos años modernizando una serie de rol japonés maravillosa. Si Level-5 simbolizan con su Ni no Kuni el respeto o prevalecimiento del JRPG más clásico, Atlus enarbola la bandera del cambio. Toda la gloria para ellos.
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