ZombiU no estaba mal

La semana pasada, Ubisoft anunció que iban a lanzar una versión 'actualizada' de ZombiU para PC, PS4 y Xbox One, y a mi me alegraron el día. Aunque por el camino pierde la 'U', el multijugador y alguna que otra cosa relevante y que estaba intrínsecamente asociada a la doble pantalla de Wii U y a alguna de sus características como plataforma, que se rescate este juego es una buena noticia sí o sí porque era un título bastante interesante y recomendable.

El problema es que se publicó como un juego de lanzamiento de Wii U, una plataforma mal explicada y que nadie recibió del todo bien en su día por motivos que ya hemos comentado mil veces y que no conviene repetir. Así, ZombiU fue un gran ignorado para la gran parte del público de los videojuegos y, para colmo, muchos críticos lo pusieron a caer de un burro cuando sus defectos, a mi al menos, me parecían virtudes.

Es cierto que el juego es feo como la madre que lo parió: gráficamente no está a la altura y no era una gran demostración del supuesto poder de Wii U. Todo el mundo espera un gran salto gráfico de una plataforma a otra, y en este caso, no fue así ni por el juego ni por la consola. Sin embargo, la estética guarra y sucia ayudaba a la ambientación y a la tensión. Es esto último lo que mejor conseguía ZombiU, y encima lo hacía con mecanismos jugables.

El Wii U Gamepad no parece haberle salido del todo bien a Nintendo y pocos son los juegos que lo usan como es debido. Ni la propia Nintendo se molesta en darle importancia real. ZombiU, en cambio, lo convertía en parte fundamental de su terror, pues solo podías consultar el menú mirando a la pantalla del mando, todo esto mientras el mundo no se pausaba y, si no tenías cuidado, un zombi podía sacudirte mientras intentabas curarte o sacar un arma diferente. Pensad en Dark Souls, vaya, pero llevado a un juego de supervivencia donde los enemigos duran muchos golpes, no tienes casi vida, tus movimientos son muy limitados y las balas escasean.

Por otro lado, ZombiU innovaba un poquito, lo justo, en el género zombi al convertirte a ti en parte del ejército nomuerto cuando acababan contigo. Si morías, tu personaje anterior se quedaba donde estaba y podías volver a recuperar tus abalorias con tu nuevo yo, aunque para ello tuvieras que vencer primero a tu versión zombificada anterior, que era más fuerte que un zombi normal y que podía ser aún más peligroso cuanto más tiempo hubieras aguantado vivo jugando. Sin duda, un pequeño giro muy del gusto de los fans de los roguelikes.

Por todo esto y alguna cosita más, como que la historia es absurda en el buen sentido o que Londres está recreado no en sus monumentos, sino en sus calles, este juego me cautivó. Y aunque se pierda la tensión de la segunda pantalla (Ubisoft ya ha dicho que han adaptado esto y que el inventario se sigue consultando sin pausa de por medio), todo parece indicar que por fin más gente podrá echarle el guante a un juego un poquito incomprendido y con sus defectos, pero que puede gustar a muchos fans de lo diferente.