Zelda Vs. Dark Souls: Tratemos al videojuego con respeto

La historia es cíclica, o eso defienden algunos pensadores, y todo lo que ocurre hoy ocurrió igual ayer, o antes de ayer, aunque con otros actores y otro telón de fondo. Los piques entre seguidores de distintos clubes deportivos datan de las primera olimpiadas de Athenas y de la coetanea Roma, las discusiones de qué película es mejor podemos encontrarlas en torno a los dramaturgos y haedos presocráticos, y los fanastismos del mundo del videojuego poco tienen que envidiar a los que en su momento surgieron en torno a los escritores victorianos, los artistas de la bohème, los pintores del humanismo o incluso los juristas sabinianos y proculeianos anteriores a la Roma de Caracalla.

 

 

Hay que preocuparse por la historia

A lo que voy con esto es a que toda forma de ocio -quitando a los juristas de la ecuación- tiene un momento en el que su juventud hace que sea tratada de forma casi peiorativa por el mercado general e incluso quienes disfrutan sus productos. Le pasa aún a los videojuegos como en su momento le pasó al cómic, al cine, a la animación y a cualquier otra fuente de ocio, incluidos el teatro, la ópera, la música de cámara, la poesía, la pintura sumi-e el bunraku y cualquier otro que se os ocurra. 

 

Este 'desprecio' general a su naturaleza de ocio joven debe ser combatido, y la mejor forma de combatirlo es estudiando su naturaleza, buscando ese algo intrínseco y profundo que lo acerca a su forma de arte y, sobre todo, preocupándonos por la historia y los antecedentes de ese juego que tanto nos gusta y ese autor que logra convencernos con todas las obras que saca al mercado.

 

Por supuesto, es aceptable limitarnos a disfrutar el producto e incluso opinar sobre el mismo sin ir más allá, pero cuando queremos participar en un debate sobre el mismo, cuando intentamos configurar una imagen de los videojuegos acorde a nuestras sentimientos y forma de pensar, lo mínimo es entender de dónde vienen, por qué están ahí y quién ha trabajado en su creación. 

 

 

Hay que ser más profesionales

Todo esto viene a colación de un debate que se montó ayer en twitter acerca de qué saga era 'mejor' en atención a su historia y logros, si Zelda o Dark Souls. Ni que decir tiene que en seguida aparecieron los haters y los fanboys a hacer suya su causa, insultando al autor de la encuesta y llegando a decir cosas como '¿Y tú eres analista de vieojuegos? Porque Zelda es una basurita comparado con Dark Souls', comentario que a cualquiera con un mínimo de estudios le recordará al tuit que pulula por facebook en el que un chaval se ríe de su profesor de historia porque dice que no sé qué cultura tiene 2.500 años de antigüedad y eso es imposible, nano, porque sólo estamos en 2.015 jajaja. 

 

A ver porque la cosa tiene miga: No digo que haya que empollar sobre videojuegos para saber qué título te gusta y qué título no, pero si vas a discutir este tipo de temas, si vas a hablar de qué saga es mejor en atención a sus logros a lolargo de su historia, a lo mejor sería interesante que te preocuparas por saber cómo empezó Zelda, la importancia que tuvo un cartucho que Shigeru Miyamoto pintó de oro en Estados Unidos -sí, como el amiibo de Mega Man- y que fue El Nintendo, en mayúsculas, durante muchos años.

 

 

Es más, tampoco vendría mal que te preocuparas por saber un poquito más de ese Dark Souls que a día de hoy queda superchachi decir que es una joya. Y sí, seguro que sabes que 'Dark Souls tiene un abuelito llamado Demon's Souls', porque es como el 'los buenos no son tan buenos' de Gran Hermano o 'El manga es más que sexo y violencia' de los otakus de hace un par de décadas, pero a lo mejor no sabes que tuvo unos ancestros llamados King's Field que bebían del intento de llevar más allá lo que en ese momento Jon Vhan Caneghem hacía de puta madre con sus Might and Magic. 

 

A lo mejor te molaría saber que King's Field fue a un tiempo inspirado e inspiración de todo un movimiento RPG en primera persona del que nacería una forma distinta de ver el universo Ultima, y del nacimiento de una saga llamada The Elder Scrolls. Te gustará saber que el primer King's Field salió el mismo año que el primer The Elder Scrolls -Arena- y que en él se ambientaron juegos como Arx Fatalis, de Arkane Studios, con gente que había estado en  Looking Glass Studios, una desarrolladora en la que se dieron la mano personalidades muy importantes del mundo actual del videojuego, gente que podeis encontrar en juegos como Thief, Bioshock, Dishonored, Deus Ex...

 

Pero claro, para esto hay que investigar, y es de idiotas hacerlo cuando todos sabemos que Dark Souls mola mil porque es old school, es pa tíos mayores con inquietudes, está ambientado en el mundo de Lovecraft -aunque más bien parezca estar ambientado en el mundo de la película de Into the Labyrinth- y tiene un abuelito llamado Demon's Souls. From Software es dios, y ya solo hay un Miyazaki que valga.  

 

 

¿Cuál es mejor, Zelda o Dark Souls?

No hay una respuesta verdadera a esta pregunta, pero sí un millón de respuestas falsas. Todas aquellas que se basen en opiniones ajenas, dogmas de fe, modas, corrientes de pensamientos y una absoluta falta de conocimiento del pasado, son falsas y, de regalo, una chufa. Sin embargo sí hay que argumentos a favor y en contra de ambos juegos, defensas como que la importancia de la obra de Miyamoto se ha dejado diluir con el paso de los años mientras los niños de Miyakazi han sabido aprovechar un éxito que, sin estar del todo justificado, sí que ha sabido salir adelante con dignidad. 

 

Zelda fue importante, pero también lo fueron King's Field y Demon's Souls en su momento. Zelda ahora descansa, pero no puede morir lo que duerme eternamente, como ya demostró From Software al resucitar de su plano arquetípo con un Demon's Soul que se hizo más famoso por la aclamación del público que buscaba algo diferente. Puede que Zelda resurja finalmente como ha hecho una y otra vez en el pasado, y puede que esta nueva política de convertir la saga Souls en una fábrica de entregas pseudo-anuales le pase factura a From Software. 

 

Respecto a la pregunta, ¿Cuál es mejor? Al final es cuestión de gustos, pero eso no quita para que haya que apoyar dichos gustos con argumentos e investigar en la historia del videojuego para elaborar dichos argumentos. 

 

¡Nos leemos!

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