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Zak McKracken, el hijo desconocido de LucasArts

Y una gran aventura
Por José Manuel Fernández "Spidey"

Recordando a la vieja LucasArts, es fácil que se nos vengan a la cabeza nombres como Monkey Island, Indiana Jones, Maniac Mansion o su genial secuela Day of the Tentacle. Habrá también quien se acuerde de Loom, mientras que otros tantos ensalzarán la grandeza de Grim Fandango mientras critican con desprecio La Fuga de Monkey Island. Los más atrevidos citarán a The Dig, Sam & Max o Full Throttle como referentes del género, a la par que algún erudito sacará a la vieja Sierra On-Line para, en definitiva, evocar aquella maravillosa época repleta de memorables aventuras.

 

Sin embargo, será bastante común que dos de los primeros trabajos de Lucasfilm en el género se queden en el tintero. Uno es Labyrinth, del cual os hablé hace escasos días. Hasta cierto punto es comprensible el hecho de que se suela pasar por alto, y no solo por su carácter experimental, sino porque no tuvo distribución en nuestro país, en gran medida por culpa de las plataformas en las que fue lanzado: Apple II, MSX2 y Commodore 64. Cabe decir que, a día de hoy, Labyrinth es más una curiosidad que otra cosa, debido a que su interfaz -de la que derivaría el popular SCUMM- resulta ser a día de hoy un tosco y abrupto escollo que no facilita la jugabilidad a los menos pacientes. Con todo, es indiscutible su valor histórico.

 

Labyrinth 01

Labyrinth, la primera aventura gráfica de LucasFilm Games. Aquí, luciendo palmito en Commodore 64.

 

Afortunadamente, el experimento consiguió llamar la atención dentro de la compañía, viendo un sinfín de posibilidades que desembocarían en un script desarrollado en exclusiva con un videojuego en mente. Así, con Ron Gilbert y Aric Wilmunder depurando el bosquejo en David Fox haría para Labyrinth, nacería el ya citado SCUMM, cuyas siglas, que vienen a significar 'Script Creation Utility for Maniac Mansion', dejaban claro el nombre del juego en el que estaban trabajando. Casi de manera paralela, Fox diseñaría para el nuevo parser otra locura que nada tendría que envidiarle a Maniac Mansion, uniendo fuerzas junto a Matthew Kane para crear Zak McKracken and the Alien Mindbenders.

 

Esta aventura gráfica vería la luz justamente un año después que Maniac Mansion, concretamente en octubre de 1988. Es curioso que podría haber salido a la venta muchos meses antes, pero en Lucasfilm, aún confiando ciegamente en el éxito de su producto, decidieron oportunamente dejar en reposo el juego para no saturar al usuario con dos títulos de similar corte. Así, el tiempo extra se aprovechó para depurar un buen puñado de detalles, del mismo modo que se avanzó en lo gráfico para lucir un tanto mejor que el a veces grotesco Maniac Mansion y, finalmente, meterle mano al código del resto de plataformas en las que saldría el juego, donde Commodore 64 comenzaba siendo la base para, poco después, irrumpir en Atari ST, Amiga, PC y en el ordenador japonés FM Towns.

 

Zak 1

Zak McKracken and the Alien Mindbenders, una loca aventura de lo más simpática.

 

Pero en España vivíamos el mundo del videojuego de otra manera. Mientras en Japón y Estados Unidos pegaban fuerte las videoconsolas y el software de entretenimiento dirigido a los grandes ordenadores, en nuestro país seguíamos con la herencia europea de las computadoras de ocho bits, con el ST y de Atari y el Amiga de Commodore tratando de hacerse un hueco entre los todavía vivos Spectrum, Amstrad CPC y, en menor medida, MSX y C64. Así pues, cuando se estrenaba por nuestras carteleras Indiana Jones y la Última Cruzada, por aquí disfrutábamos de títulos como Capitán Trueno, After the War, Freddy Hardest en Manhattan Sur o, atención, La Aventura Original. Todo esto salió un par de años después de que Maniac Mansion conquistara corazones más allá de nuestras fronteras.

 

Erbe Software, la mayor distribuidora de software que teníamos por estos lares, distribuía los productos de la empresa británica US Gold, casa que además de producir morralla importaba al Reino Unido juegos desarrollados en los EEUU. Una de las empresas con las que solía tratar en última instancia era Lucasfilm, dándose la situación de que distribuirían su aventura gráfica basada en La Última Cruzada a la par que ellos producirían a través de la irregular Tiertex un juego de acción basado en la misma película (que según la Micromanía de la época, erróneamente señalaban que había sido programado por Gilbert, Fox y compañía en LucasArts). Y si había algo que sabían de buena tinta los mandatarios de Erbe era que los títulos con licencias cinematográficas vendían mucho, tal y como había demostrado Ocean Software con Robocop, Rambo o Batman: The Movie. Aunque llegaron a ponerla a la venta de manera tardía aún sin traducir, aprovecharon el inesperado éxito de la tesitura en cuestión promoviendo la localización al castellano de la aventura de Lucas, compartiendo estantería con el citado juego de acción lanzado algunos meses antes.

 

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Indiana Jones y la Última Cruzada, la aventura que prendió la mecha del género en España.

 

Indiana Jones y la Última Cruzada vendió fenomenalmente. Mientras que los usuarios de los ordenadores de ocho bits se hicieron con el correcto arcade de Tiertex, los afortunados poseedores de las de dieciséis bits pudieron descubrir un género que resultó a todas luces fresco y de lo más inmersivo. Como decían muchos, era lo más parecido a meterte en el papel de Indy e introducirte en su propia película. Los compatibles PC, que por entonces parecían abonados a los simuladores de vuelo más allá de las tareas de oficina, se convirtieron sorprendentemente en la principal fuente de ingresos de esta obra, sorprendiendo a una Erbe que decidió aprovechar la gran oportunidad que le brindaba la industria.

 

Así, con Loom a punto de llegar, se miró el catálogo anterior de Lucasfilm y apostaron por Maniac Mansion, afrontando nuevamente la gran inversión que les suponía localizar el juego entero y prepararlo para el público español. Claro que se fijaron en un Zak McKracken que también tenía muy buena pinta, pero tenían claro que ambos trabajos resultaban inferiores en términos de tecnología a La Última Cruzada, y el hecho de lanzarlos ahora podía ser un movimiento arriesgado. Así, se decantaron por Maniac Mansion por la sencilla razón de que vendió más que Zak McKracken

 

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Maniac Mansion supusó un buen bajón técnico tras Indiana Jones, pero seguía siendo una grandísima aventura.

 

Como no podía ser de otra manera, los españoles acogimos con regocijo al Doctor Fred y a la loca banda de amigos que debía salvar a Sally, la animadora. Y al poco llegó Loom, con su particular interfaz musical... y después The Secret of Monkey Island. Con la más que palpable evolución del género, parecía no haber lugar para Zak McKracken and the Alien Mindbenders. Ni siquiera se planteaba la posiblidad de que las aventuras de Sierra On-Line se dejaran ver por la península hasta que pudieron lucir gráficos en VGA 256 colores... así que, como aquel que dice, se hizo como si no existiera.

 

Claro está que aquellos que tirábamos de importación sí que pudimos descubrir en su día lo grande que era este juegazo de David Fox. Disfrutamos pues de la historia de Zak, un periodista que cubría en el National Inquisitor estupideces sobre alienígenas que no se creía ni él mismo... hasta que, de repente, comienza a tener pesadillas con los Caponians, una raza extraterrestre que, con el fin de conquistar el planeta, se ha infiltrado en la compañía telefónica, camuflados con las típicas gafas, nariz y bigote de Groucho Marx. Un hilarante argumento que nos hacía viajar por todo el mundo, liarla parda dentro de un avión de pasarejos y, en definitiva, salvar el día con todo el humor que caracterizaba a las aventuras de LucasArts.

 

Zak 2

Los puzzles que se dan en nuestro viaje en avión son desternillantes.

 

Una auténtica pena que los usuarios de la época se perdieran esta grandísima joya. Hubiesen disfrutado de la cantidad de referencias cruzadas que tenía con Maniac Mansion... ¿recordáis la sierra mecánica sin gasolina? En Zak McKracken aparecía la gasolina, ¡pero no la sierra! En cualquier caso, y a pesar de la tibia recepción que tuvo al lado de otras aventuras de la desarrolladora de George Lucas, los locos alienígenas de David Fox tienen el privilegio de ser de lo mejor valorado del género, con críticas que colocan a Zak McKracken and the Alien Mindbenders como una de las mejores aventuras gráficas de todos los tiempos. Si tienes la oportunidad de probarla, dale un tiento... y más si alcanzas a ejecutar la versión FM Towns (soportada por el sin par SCUMMVM), maravillosa a todos los niveles. ¡Excelsior!


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