¿Y si la Torre de Latria fuera el comienzo de los experimentos de La Escuela de Mensis en Bloodborne?
Una de mis obsesiones sobre el trabajo de Miyazaki es buscar la conexión entre Demon’s Souls, la trilogía Dark Souls y Sekiro, algo que ya sabréis si habéis leído El Padre de las Almas Oscuras. Regresar en este remake a Demon’s Souls está volviendo a activar mi “conexionómetro” y estimulando mi “loretomatic”. Hoy me he hecho una pregunta: ¿y si la Torre de Latria fuera el experimento original realizado por la Escuela de Mensis?
El cómo conecta el lore desde Demon’s Souls hasta Bloodborne es complejo y lo detallo en el libro; por lo que quiero centrarme solo en esta cuestión que traigo hoy. Por resumir, y sin incluir a Parches en la cuestión, imaginémonos que los Grandes han estado desde siempre entre nosotros, incluso que el propio Anciano lo sea. Imaginemos, por lo tanto, que siempre han sido investigados por los hombres, desde antes de los eventos de Bloodborne, también en Demon’s Souls.
La Torre de Latria tiene un gigantesco corazón en el centro construido para ofrecer una especie de inmortalidad a su rey, un poder superior y elevado. El rey pide que se construya después de viajar y volver a tierras lejanas. Además, decide experimentar con los presos para crear a sus propios demonios, haciendo experimentos con sus cuerpos para elevarlos y darles más poder. Está poseído por un demonio con forma de tela amarilla que lo controla. ¿Y si el rey entró en contacto con una primitiva escuela de Mensis en sus viajes e inició su propio estudio sobre cómo alcanzar un estado similar al de un Grande? Claro que, al ser tanto tiempo antes de los eventos de Bloodborne, no se centró en los ojos ni en el cerebro, sino en el cuerpo, en los órganos y en el corazón.
Este gigantesco corazón puede ser su idea de un Grande, de la construcción de uno para darle poder, como también ocurre con el Cerebro Madre en la Pesadilla de Mensis. Es más, Micolash, el gran investigador de la escuela, lleva puesto en la cabeza una jaula vertical pues dice que le permite conectar mejor con los Grandes, y al ser poseídos por el rey, llevamos un turbante amarillo. Vertical, alto... y que nos conecta con el viejo rey y su demonio. Todo tiene pinta a experimento primitivo, a los primeros ensayos...
Podemos encontrar más conexiones que refuercen esta teoría en los carceleros. Sus cabezas de pulpo recuerdan vagamente a los Kin creados por el coro y que dieron lugar al nacimiento del Emisario Celestial. Y los signos lovecraftianos siempre apuntan a los Grandes.
Siguiendo con estas teorías, me gusta pensar que todo el trabajo de Miyazaki consiste en la ambición del hombre de ser más que lo que le corresponde. Primero buscaron en las almas, luego en la sangre y finalmente en el poder de los ojos. ¿Todos los experimentos comenzaron en Latria? ¿Es el Anciano un Grande? ¿Estuvieron también los Grandes en Sekiro? Ay, qué hermoso lore.
Por cierto, curioso que el escenario de la batalla final de Latria contra el jefe monje ancestral esté rodeada de sillas y... ¿qué rodea a Micolash cuando nos lo encontramos?
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