Xbox Scorpio es un monstruo ¿Le bastará con eso a Microsoft?
Antes de nada, si buscáis un análisis técnico al detalle, no lo encontraréis a continuación. Ya habrá tiempo para ponerse a hablar de rendimiento y, hasta ahora, todo lo que sabemos puede resumirse en que Xbox Scorpio será un monstruo dentro del mundo de las consolas domésticas. Sus 8 núcleos, los 12GB de memoria GDDR5 y los 6 teraflops que nos llegarán a finales de año anticipan la ruptura de un nuevo techo técnico y un intento de mirar al mundo de los PC.
Sin embargo la historia nos dice que no todo se reduce a cifras que bailan, vienen y van, y nos dicen qué opción es la mejor; hay muchos más factores a tener en cuenta. Lo que sí está claro es que Microsoft ha dado el primero de los grandes pasos que tiene previstos en 2017 para remontar esa carrera en la que lleva a rebufo desde 2013. Su consola va a ser, como se dijo, ‘la más potente jamás creada’, pero no es la primera en ponerse esa medalla y ver como la gloria pasaba de largo. ¿Bastará esta vez?
Empecemos por la resolución. Al igual que la Realidad Virtual, el mundo del 4K todavía está a un par de años de establecerse como el estándar doméstico para el consumidor medio. Hoy en día, aunque los precios van yendo a la baja, conseguir un monitor UHD -que no sea para el salón, de esos ya ni hablamos- por debajo de los 400€ sigue siendo difícil si queréis algo en condiciones. Mucha gente, por eso, se compra otra consola. No hay que olvidar, además, que hoy por hoy ellas siguen siendo la opción predilecta para el usuario sin excesivas preocupaciones en cuanto al tope en resoluciones y frames por segundo. Los 1080p y los 60 frames -con los que todavía hoy tenemos problemas- son más que suficientes para ese tipo de comprador. ¿Dónde mira Microsoft, entonces? Al futuro.
Cuanto más pienso en ello más tengo claro que estamos presenciando una estrategia a largo plazo que viene a querer romper con el ciclo generacional de consolas. Ahí tenéis la retrocompatibilidad, con una Xbox One con un catálogo de más de 300 juegos de la anterior generación que va ampliándose cada pocos meses. Luego está el recién anunciado Xbox Game Pass, un servicio de suscripción ridículamente barato que ofrece una lista en rotación de decenas de juegos. Por último, una PlayStation 4 Pro que pretende alargar el ciclo de la generación en la que más ventaja está sacando a la competencia. Pero llegará un día en el que se anuncie PlayStation 5 y diría que Microsoft está ejerciendo presión a una Sony que lo pasará mal si no se sube al carro del catálogo en crecimiento. Xbox no ganará este año, puede que ni el que viene, pero luego la cosa se pondrá interesante.
El punto crucial de todo esto sigue siendo el mismo: los juegos. Todo se resume al motivo por el que nos hacemos con cada sistema, que no es otro que divertirnos. Si en Xbox quieren poner en jaque a la competencia deberán empezar a ofrecer un catálogo que también se nutra de exclusivos pronto, con un punto crucial fijado en 2018. Creo que Xbox Scorpio es una buena jugada en el caso de salir bien, pero también una apuesta arriesgada que puede irse al garete muy pronto, fijáos en los tres primeros meses de Playstation 4 este año. ¿Qué pensáis vosotros? ¿Creéis que la mejor consola jamás creada dará guerra?
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