Xbox One, líder en actualizaciones

Xbox One acaba de actualizarse para añadir ciertos cambios y mejoras y ya se está pensando en la próxima actualización, la que probablemente sea la grande, la de primavera. No es una práctica que me guste especialmente, que todo tenga que acabar siendo arreglado a base de parches que hacen que sean los primeros compradores los que se lleven la peor experiencia, pero que existan estas actualizaciones es uno de los mayores indicadores de que esto va para largo. No largo en plan una década, pero ya me entendéis.

 

El hecho de que hoy en día tengamos sistemas más abiertos en nuestras casas es algo parcialmente positivo. Sí, tenemos todo el lío de los parches del primer día en los juegos, tenemos ese mal drama de que las desarrolladoras se puedan permitir escatimar en testeo para solucionar cosas a posteriori,... Pero también tenemos esa parte dulce de los añadidos gratuitos.

 

En ese aspecto, Microsoft se está portando con Xbox One como nadie se porta con su respectivo hardware. Vale, venía con menos funciones 'de serie' que PlayStation 4, pero sabemos que día tras día hay gente trabajando en hacer mejor a la consola sin necesidad de pasar de nuevo por caja, y que cada mes tendremos una actualización que amolda más y más la consola a las exigencias del usuario en base a lo más demandado, y sí, las capturas de pantalla son una de las mejores funciones de PlayStation 4, y pronto estarán en Xbox One.

 

 

Pueden parecer muchas pequeñas chorradas las que se añaden cada mes. Puede que tú no vayas a utilizar muchas de esas funciones, pero también puede que una de esas sea el primer paso para otra función que sí vas a utilizar. Y también actualizan el firmware del mando para mejorar la sensibilidad y el tiempo de conexión, por si el mando no fuese poco bueno.

 

En este aspecto, Microsoft da gusto. Claro que existe el problema de que sabes que cada muy poco tiempo tocará una actualización, y no se descargan automáticamente o con la consola en espera como sí lo hacen las de su competencia. Pero llegará, seguramente, en algún momento. En esto no da tanto gusto, ya que además Xbox One tiene la mala manía de comerse todo el ancho de banda posible a la hora de descargar algo.

 

Wii U tampoco podía descargar actualizaciones en espera, de hecho, como no podía hacer muchas cosas al principio de su existencia y ahora sí. Hasta 3DS puede. Pero Wii U se ha estancado en la actualización de septiembre, la que permitía organizar los iconos por carpetas, y hasta el día de hoy lo más que hemos tenido han sido esas actualizaciones que 'mejoran la estabilidad' que nadie nota.

 

A estas alturas parecería casi irónico que Nintendo le dedicase tiempo al firmware de la consola cuando ya hace dos años de que Iwata entonase su 'please understand' en un Nintendo Direct en el que se nos prometía la mayor rapidez a la hora de cargar menús y juegos, pero nunca viene mal recordar a los usuarios que hay un trabajo ahí.

 

Sony, por otro lado, también sigue perdida entre actualizaciones de mejora de estabilidad del sistema desde octubre, cuando se actualizó mucho más de cara a lo social que a lo funcional, mientras seguimos esperando por una de las características desaparecidas del PS4 Reveal, como es el poder poner una consola de sobremesa en Modo Espera que nos evite todo el tiempo perdido en volver a encender la consola, volver a ver todos los logos de un juego y cargar partida, similar a algo tan sencillo como lo que es cerrar una 3DS o pulsar un botón en una PS Vita. No debe de ser tan sencillo, claro, más aún cuando han de emplear tanto tiempo en prevenir ataques de hackers y arreglar los desastres que provocan.

 

En un año de nueva generación las consolas han cambiado mucho, más por dentro que podemos ver a simple vista, claro. Pero eso sí, por mucho que merezca la pena, sigue siendo un dolor ver que al comprar una consola, o incluso al volver a encenderla después de pasado un tiempo, hay que pasar por el tortuoso proceso de actualizar.

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