World of Final Fantasy: ¿llegan los Pokémon?

Hace un par de días que la demo de World of Final Fantasy está gratis en la Store para usuarios de Playstation Vita y Playstation 4, así que si sois fan de la saga, tenéis las consolas en casa y aún no le habéis echado un ojo a la misma, os invito a que cerréis automáticamente este artículo, la descarguéis, la juguéis tranquilamente y luego, si os apetece, volváis al presente texto. Os lo digo porque no voy a ser precisamente simpático con lo que he podido ver en la demo, y a lo mejor os conviene experimentarla antes, aprovechando que es gratis, y luego ya si eso leéis y debatimos si no estáis de acuerdo. ¿Os parece bien? Genial, aquí os espero. Dicho esto, al lío...

 

Una experiencia que me ha sabido mal

El otro día por la tarde, después de hacerle mucha fiesta a mi hija con que íbamos a jugar a algo muy chulo a lo que papá jugaba de chico, descargué la demo de World of Final Fantasy en Playstation 4 y me tiré en nuestro sofá de jugar a la consola con el corazón 'aceleraillo' porque son muchos años con esta saga y compartirla con la peque iba a ser genial.

¿O no?

El juego empieza advirtiéndote que es una demo, te explica cómo cambiar el tamaño de los personajes, Reynn y Lann, de chibiSD a child-like -o lo que es lo mismo, de canon de cabeza y media a canon de cuatro cabezas... aquí tiene orto nombre cursi, pero no me he quedado con él- y te suelta en medio de un campo que parece sacado de Gravity Falls porque esto es una demo 'de exploración'.

Guay...

 

 

Al principio con la niña bien. Lo de que los personajes cambien de tamaño le hace gracia, aunque no entiende por qué está Adrián y no puede convertirse en Cat Noir, ni por qué en vez de Lady Bug está la chica esa rubia -los que seáis padres lo entenderéis-. Quitando eso, guay: el escenario bonito y la chorrada del tamaño le hace gracia. Nos encontramos con muchos personajes clásicos de la saga que, la verdad, aportan muy poco al estar ahí como pasmarotes en su forma chibiSD, soltando una frase que se supone debe ser mítica y arrancando una sonrisa con su doblaje que pronto se hace un poco forzada y al final ya ni esbozas. 

 

La niña empieza a aburrirse, y los combates no ayudan: '¿Por qué llevan los bichos en la cabeza, papá?' Una pregunta que no sé responder y que se debe a que los personajes entran a luchar en formación 'de pirámide', con un bicho en la cabeza y otro, con perdón, en los huevos si son pequeños, y con dos bichos sobre la cabeza, uno encima de otro, si son grandes. Entre nosotros, Square, a los Tsum tsum de Disney les queda bien, pero con los personajes de Final Fantasy... Como que no entiendo el plan. 

 

 

Momento Pokémon

Llega el momento Pokémon y la cosa no mejora. Cada criatura puede ser capturada en un prisma que, a pesar de ser eso, un prisma, no renuncia a su momento Pokéboll durante la captura. Cada criatura tiene sus condiciones para ser capturada, pero no os preocupéis, basta con usar Libra con Lann para adivinar cuáles son. También necesitamos el prisma específico, pero en la demo nos lo dan antes de cada combate. El resultado final son unas luchas sosas y estrambóticas por la formación -también podemos romper la formación y luchar por separado, lo que hace que el daño por separado sea menor y la defensa de risa-, y unas capturas sin gracia que vienen acompañadas por un lenguaje de adulto que quiere ser 'chachi con los nanos' con comentarios como 'qué bonico es el mogurito', 'mira que monísimo el Chocobito' o 'Cuanto más lo miras más lo amas'. No descarto futuros 'Muero de HAMOR', 'Soy SUPER FAN' y demás. 

 

El menú de las criaturas tampoco da para mucho, aunque ojo, estamos en la demo: Podemos elegir el orden, la formación, quién nos acompaña y, más adelante, aprovechar sus habilidades, pero no podemos elegir cuál nos acompaña en el escenario -digno de la generación pasada por su forma de creación en plan crear un trozo y clonar hasta el infinito- ni interactuar con ellos más allá de la captura y jugar con sus stats. 

 

 

 

¿Por qué no ponemos el Dragon Quest, papá?

Una pena, pero parece que World of Final Fantasy no llega a ese público infantil al que supuestamente estaba destinado. Con un público prepúber y adolescente más centrado en FIFA, Pokémon y Call of Duty, parece que la única opción que le queda a este título son los aficionados de toda la vida, que se van a encontrar más de lo que hizo grande a Final Fantasy en sus tiempos pero que ahora se ve un poco desfasado. Batallas por turnos complicadillas, un precioso diseño de personajes que no alcanza al escenario, aunque no deja de ser bonito, y la historia, de la que no hemos podido ver nada en el juego pero apunta a que será una suerte de Kingdom Hearts con la ausencia de Disney y la presencia masiva de Square.

 

En mi caso creo que el juego no es para mí ni para mi hija. Una puñeta, pues como antiguo fan de la saga tenía muchas esperanzas puestas en él, pero hace demasiadas cosas que ya han hecho otros, antes y mejor. No puede competir con Pokémon, no puede competir con Final fantasy XV y ni siquiera en el uso de cabezones sale airoso, primero por esa forma tan tonta de plantear al grupo, y segundo porque para cabezones ya tenemos Disney Infinite 3.0, y por muy Square que seas, nadie puede competir con Disney a la hora de hacer chillar de alegría a un crío al reconocer un muñecajo. Espero que al menos sepa llegar a su público de siempre con la historia, porque si no, la cosa va a funcionar 'regulera' fuera de Japón.

 

Ojo, todo esto va sobre la demo. Hablando con un compañero de redacción que ya ha puresto las manos en el juego final me dice que no, que la versión final está mejor justificada, así que tomad el presente texto como lo que es: opinión personal sobre la demo del juego. 

 

¡Nos leemos! 

<< Anterior Siguiente >>