1. Mundogamers
  2. Noticias
  3. PC

Wolfenstein muestra la evolución del shooter

Machine Games plantea la
Por Alvaro Ondina

Es curioso cuando uno se acostumbra a pegar tiros y da con un título en el que lo aprendido no funciona. Son juegos como la nueva entrega de Wolfenstein: The New Order. Es esa sensación de que por muy asentado que esté un género y muy clónicos que parezca el software que lo puebla, aún puede sorprender.

 

Así nos llega la creación de Machine Games que, nada más invitarnos a pasar se queda observando, como un maestro, esperando a que aprendamos por nosotros mismos cuál es la forma de avazar. Echar a correr disparando a diestro y siniestro es nuestro primer impulso. Y ¡zas!, caemos muertos a pocos metros de dar el primer paso. Caemos en la cuenta de que caminar más despacio y agachado nos permite acercarnos a un Nazi por detrás y rebanarle el cuello con nuestro cuchillo. Hasta ahora todo bien, hemos conseguido atravesar la estancia ilesos.

 

Pero, ¿se ha convertido entonces Wolfenstein en un juego de sigilo? Al llegar a la siguiente habitación nos damos cuenta que no. Está abarrotada de soldados que, en cuanto nos ven, nos introducen en una lluvia de balas. Y volvemos a fallar. Nos quedamos tras un parapeto y al poco tiempo caemos en que los enemigos, muy hábilmente, nos flanquean. Unos mantienen la posición, impidiéndonos salir a descubierto, mientras algunos de ellos se acercan para acorralarnos. De esta forma es como nos damos cuenta de que algo que creímos estancado se abre camino por el lugar menos esperado.

 

 

Con Wolfenstein: The New Order descubrimos que un shooter puede evolucionar y ofrecer nuevas mecánicas más allá del simple hecho de disparar. Debemos observar el entorno y analizarlo, comprender que un enemigo diferente significa un nuevo reto lejos de un mayor gasto de tiempo y munición. ¿Qué es, un ser mecánico? Seguro que algo en él nos da una pista sobre la forma de matarlo.

 

En el fondo, cuando damos con un título que rompe las reglas establecidas, recibimos una bofetada muy agradecida. Aprendemos por un nuevo estímulo que alguien se ha preocupado por crear. Esa es la prueba que necesitamos de vez en cuando para ver que no nos encasquillamos y que esta, nuestra afición puede continuar refrescándonos. Si en el tiempo que hemos podido probar el juego hemos asesinado en silencio, acabado con un enemigo aparentemente invencible y aprendido que tras un Nazi caído debemos cambiar de posición, buscando la seguridad, eso significa que hasta un género que llevaba mucho tiempo ofreciendo la misma experiencia, evoluciona. Son los retos los que hacen que los juegos se nos queden grabados y podemos ver como, Machine Games está dispuesta a proponernos uno muy difente.


<< Anterior Siguiente >>