Wii U no será apta para nostálgicos

Estas Navidades mi hermano se ha pasado con lo del espíritu navideño y me ha regalado la PlayStation 4. Sí, llego algo tarde a esta generación, pero no es precisamente de esto de lo que os voy a hablar, sino de una consola (que me compré por las mismas fechas, que se ha quedado entre una generación y otra, y que es bastante probable que acabe engullida por las corrientes del tiempo. ¿Os suena exagerado? Aunque imagino que ya sabréis de qué plataforma estamos hablando. También es verdad que la tenéis en el titular, pero me gusta hacerme la interesante.

 

Pues sí, Wii U tiene ya los días contados. El compi Julián lo decía allá por noviembre con Crónica de una muerte anunciada y ya de antes lo sospechábamos terriblemente. Yo llegué tarde también a esta consola, aunque más bien parece que fue Nintendo quien llegó tarde a ella. O quizás simplemente no quiso llegar.

 

Switch está ya a la vuelta de la esquina, si bien cada nueva cosa que escucho de ella me gusta aún menos que la anterior. Lo último es que, según un antiguo trabajador de Ubisoft, la nueva consola de Nintendo se va a quedar sin ports de esta generación. O lo que se traduce de otra forma: No veremos en Switch juegos de PS4 y Xbox One. Ya se decía cuando conocimos las especificaciones técnicas de este nuevo aparato: no tiene suficiente potencia.

 

Pero, tranquilos, que no estoy aquí para echar tierra encima de los esfuerzos de Nintendo de que su nueva consola nos llegue a la patata. Más bien estoy aquí para preguntaros, a aquellos que no la tengáis ya, lo siguiente: ¿Os compraríais una Wii U ahora? ¿Y dentro de dos años? ¿Y de diez?

 

No quiero que me malinterpretéis, pues yo estoy muy contenta con mi compra. A mí me gusta tener una Wii U en casa. Puede que no tenga un catálogo increíble, pero sí hay que aplaudir a los exclusivos de Nintendo. Nada como tener en casa un Mario Kart o un Smash para cuando vienen tus amigos, ¿verdad? Eso no lo tiene otra consola (aunque ya me gustaría que PS4 trajese un Crash Team Racing con la remasterización), además de Bayonetta 2 o, no sé, Yoshi Woolly World, que no deja de ser una cucada. Splatoon fue el gran acierto, pero Nintendo lo abandonó también.

 

Pero a la hora del a verdad, Wii U se ha quedado corta. No parece tener algo que nos vaya a llamar la atención dentro de unos años, que vaya a hacer que recordemos la consola con ternura. No es una Mega Drive, o una SNES, porque, claro, tiene bastante menos edad... Pero, ¿lo será algún día? ¿Será apta para nostálgicos?

 

Este año hemos podido ver que el factor nostalgia nos vuelve loquísimos gracias a la Classic Mini NES. Bueno, y a ports y remasterizaciones, como los de mis dos Final Fantasy favoritos: el VI y el IX. Ha sido un buen año para los nostálgicos, como comentábamos en noviembre, y esto no tiene por qué acabar. Los rumores de SNES podrían hacerse una realidad, y ver de nuevo juegos de la primera PlayStation en la última generación no tiene por qué limitarse a Crash Bandicoot. Pero, ¿y qué pasa con Wii U?

 

Diré lo que – creo que – todos estamos pensando: Con un juego de Zelda se habría salvado. ¡Claro! ¿Cómo no se nos ha ocurrido? Sí, sí que se nos ocurrió, porque pensamos que The Legend of Zelda Breath of the Wild sería un juego exclusivo de Wii U que llegaría cuando tenía que haber llegado. Pero no fue así. El que iba a ser el “Zelda Wii U” ha pasado a ser “Zelda Switch y Wii U... y ya veremos si esto último va a haber que tacharlo”.

 

Esto también da para pararse a pensar un buen rato. ¿Y si Switch nos permite jugar a los juegos que dejamos atrás en Wii U? ¿Y si su catálogo eclipsa por completo a su predecesora? Supongo que faltan muchos años para que el factor nostalgia nos afecte con respecto a Wii U, que queda todavía bastante para que pase a ser una consola “retro”, pero, sinceramente... ni con eso, le veo futuro. ¿Y vosotros? ¿Os dejaríais llevar por la nostalgia?

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