Warner sienta un precedente (¿Sin querer?) con la venta de Dying Light
El lanzamiento de Dying Light parecía salir rana: a pocos días de llegar a las tiendas se confirmó que la llegada del juego físico se postergaba de forma inevitable y que tardaría un mes más en llegar a las tiendas. A pesar de todo, el sí se lanzó en formato digital, algo que parecía arriesgado, único y peligroso para la integridad del propio título. Al final ha terminado cristalizando en éxito en mercados tan importantes como el británico, en el que reina por segunda semana consecutiva en su paseo por tiendas. ¿Temió boicot Warner en algún momento? No dudo que sí, pero al final se ha terminado saliendo con la suya, imponiendo un precedente que seguramente se repetirá en el futuro con juegos de su misma categoría.
Las tiendas, aunque parezca increíble, siguen teniendo mucho poder. Desgraciadamente, no hablo de la tienda de videojuego de tu amigo Paco: esas escasean hoy; hablo de los gigantes de ventas, los Game, FNAC, MediaMarkt, El Corte Inglés y compañía. Uno de los motivos por el que los juegos digitales resultan tan grotescamente caros es por la competencia con esos comercios: pocos aceptarían vender y exponer un producto en sus escaparates que, a efectos prácticos, son exactamente iguales que los digitales. Cuando Dying Light tomó la decisión de salir en digital y obviar el físico en la gran mayoria de territorios, muchos pensamos en lo peor. Parece que nos equivocamos.
El caso es que en el mercado digital tuvo muy buenos resultados: vimos a mediados del mes pasado a la empresa creadora del Dead Island original vacilar de ello y presentar resultados muy positivos. ¿Qué pasaría en las tiendas? La verdad es que no pasó nada: aunque pensaba que habría alguna clase de boicot, que se cubrirían las reservas y punto, eso no pasó, y el título registra ventas muy positivas en todos los sistemas en los que ha aparecido. Por eso creo que Warner, sin quererlo, ha planteado un interesante punto nuevo en la compra y venta de videojuegos digitales. Puede que existiese un problema real para abastecer de juegos a todo el mundo y se procediese a su retraso, ¿pero y si ahora viene una empresa al azar y decide “tener un accidente” y no cubrir la demanda física?
En realidad son todo ventajas para ellos: los usuarios que han reservado el juego y están ansiosos por jugarlo, si han pagado poco por esa reserva, no les importará pagar por tenerlo a la vez que esos suertudos de la red. Los beneficios para distribuidora y marca de la máquina ganan más, perdonad que os cuente la bobada de siempre, pero pasan de crear cajas y discos, evitan gastos de almacén, eluden la distribuición y pasan del intermediario vendiendo directamente al usuario. Un "accidente" muy lucrativo que de momento tiene un ganador claro: Warner Bros. Estamos en un momento de cambio de tendencia a la hora de consumir y jugar a nuestros juegos, con sus virtudes y sus defectos, pero Warner ha demostrado, de forma algo velada, que la sartén puede estar en manos de las tiendas, pero no tanto como se pensaba.
La otra cara de la moneda, no la olvidemos, es que el tema digital tira y mucho, pero las ventas registradas en tiendas no hacen más que confirmar que todavía son muchos (muchísimos) los jugadores que prefieren ir a la tienda y comprar el juego. La distribución digital tiene muchas cosas buenas, algunas malas, pero el inconfundible olor a juego recién abierto va a ser difícil de emular.
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