1. Mundogamers
  2. Noticias
  3. WIIU

Wario Ware Gold es un notable juego de Wario para el que todavía no conoce a Wario

Menos inesperado, mejor construido
Por Adrián Suárez Mouriño

Wario Ware Gold es uno de los mejores Wario Ware que han salido al mercado, pero cuesta comprenderlo como una entrega inédita, original y con ganas de hacer avanzar la marca hacia algún lado. Digo que es uno de los mejores porque recopila muchos de los minijuegos que ya conocemos y añade nuevos, los hila todos a través de varias historias divertidas, retos y misiones, llega doblado con voces al español y sabe preparar micro-desafíos perfectos para todas las formas de control que nos ofrece Nintendo 3DS.

 

Sinceramente, me lo he pasado muy bien con Wario Ware Gold, porque engancha y porque sabe ser todo lo que se le supone. Si enciendes tu Nintendo 3DS te encontarás con un Wario que decide organizar un torneo de videojuegos para ganar dinero. Te tocará coger a tu Mii y hacerlo pasar por varias ristras de minijuegos, cada una de ellas protagonizadas por uno de los personajes secundarios de este spin off. Una vez las superes todas, te tocará completar desafíos, mejorar tus puntuaciones y la mejor idea del cartucho: conseguir monedas a cambio de tus logros para desbloquear un montón de graciosas chorradas para coleccionar.

 

 

Wario Ware Gold sabe atrapar y gustará a todos los que quieren una pizca de aquel maravilloso Wario Ware Smooth Moves (mi favorito): unos trescientos minijuegos con muchos motivos para seguir jugando incluso después de haberlos jugados todos. Dichas sus virtudes, empecemos con los defectos.

 

El principal de todos ellos es que Wario Ware Gold es el juego que confirma que la serie se ha acomodado. Wario ha perdido su gamberrismo y lo ha sustituido por una dulce maldad muy soft. La colección de minijuegos no traicionan la estética de los originales, pero no consiguen arrancar ya las mismas sonrisas o despertar tanto nuestra sorpresa como antes, y no olvidemos que Wario Ware depende enteramente de causar sorpresa al jugador, tanto como un capítulo de Muchachada Nui, un sketch de Amanece que no es poco o un pedo, y en Wario Ware Gold no hay mucho de eso, más bien es como ver o escuchar una reposición de estas cosas; gusta, pero no ‘choca’.

 

En cuanto a la historia, se agradecen mucho los esfuerzos de la desarrolladora por construir una historia elaborada por capítulos. En cada uno de ellos le plantamos cara a uno de los amigos de Wario resolviendo minijuegos y aprendemos a jugar con cada esquema de control, pero lo que se nos cuenta en ellas está demasiado cargado de buenismo, le falta ser más gamberro, más transgresor, más surrealista, y no lo es. Una vez lo superamos todo acabamos sumidos en una especie de vorágine completista de todos los minijuegos y de su superación a cambio de premios, algo que es divertido pero en la que sigue fallando esa sorpresa histriónica tan marca de la casa. Eso sí, de vez en cuando hace acto de presencia y te das cuenta que, pese a esto que estoy diciendo, Wario Ware Gold no se olvida de lo que realmente es.

 

En resumen, Wario Ware Gold es un juegazo, de eso no cabe la mejor duda, pero su problema es que se ha hecho con la cabeza. Se ha empleado la lógica para crear el mejor juego de minijuegos posible, hilarlos bien y darnos opciones para seguir jugando y jugando, dejando el ridículo, el estrambotismo y la tontería a un lado porque se ha supuesto que eso ya venía de serie. Es decir, Wario Ware Gold difumina su factor sorpresa pero es mejor juego que todos sus antecesores.


<< Anterior Siguiente >>