Vuelve Commandos, la mejor estrategia bélica renace
Cuando se habla de la historia del desarrollo español de videojuegos, tarde o temprano termina saliendo Commandos. La saga de Pyro Studios es de las que más reconocimiento internacional ha obtenido si nos ponemos a revisar proyectos patrios, y es que todavía hoy sigue diferenciándose dentro de su propio género. Su estrategia en tiempo real, desde el sigilo y con personajes con habilidades exclusivas aún aguanta el tipo y sigue siendo disfrutable en 2018.
Sabe mal decirlo, pero su principal escollo ha sido permanecer a Pyro. Es un estudio envuelto en polémicas, por un lado está la corrupción de sus creadores, los hermanos Dolset, implicados en la Operación Hanta, y por otro lado está su director, Gonzo Suárez, quien a pesar de ser uno de los veteranos de la industria española, últimamente solo es de relevancia porque cada vez que habla sube el pan. Al final y tras más de una década sin Boina Verde, la distribuidora alemana Calypso ha hecho una compra de la distribución y de los derechos de toda la marca, pasados y futuros.
Commandos vuelve, y eso es lo que importa. Para cualquier lectora y lector que me estén leyendo y que rocen -o superen- los treinta sabrán lo importante que es esta noticia. Esta serie supo mezclar la estrategia bélica con el sigilo a gran escala como ninguna lo ha hecho, y lo hizo desde el mítico primer nivel del Canal de la Mancha en Behind Enemy Lines. Debías entrar y detonar ciertas estructuras clave, rescatar presos, eliminar objetivos, conseguir salvoconductos… Todo era un gran engranaje que funcionaba a la perfección.
La disposición de las tropas hacía que los conos de visión fuesen algo muy a tener en cuenta, y las alternativas eran varias. Podías utilizar personajes más rápidos que otros, disfrazarte de nazi, distraer a las tropas con el perro o echar mano del francotirador entre otras muchas opciones. Y cuando sonaba la alarma era el momento de buscar un escondite, porque aquí las cosas se ponían serias y todo tu pelotón cae con apenas un par de golpes. Commandos no era fácil, y por eso completar cada misión era tan gratificante.
Echando un vistazo a lo publicado entre 1998 y el 2006, no será difícil que Calypso se saque de la manga un trío de remasters con los tres primeros lanzamientos. Con Strike Force, el cuarto y menos querido principalmente porque apostó por la tercera persona, lo veo más complicado. Pero aquí lo que yo, lo que los fans y lo que la industria pide es una continuación de Destination Berlin, y parece que al fin la tendremos. Te echábamos de menos, Boina Verde.
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