Volviendo a Ground Zeroes tras The Phantom Pain
Esta misma semana he regresado a Ground Zeroes, el prólogo de Metal Gear Solid V, después de pasar unas 80 horas con The Phantom Pain. No ha sido por un motivo de curiosidad, que también, sino porque había perdido mis progresos guardados y quería los contenidos adicionales que se incorporan a The Phantom Pain cuando te pasas algunas misiones de Ground Zeroes. Y claro, me he encontrado con un juego bastante diferente en el que se nota y mucho que llegó al mercado hace un año y medio.
No conozco lo suficiente sobre desarrollo de videojuegos como para hablar con propiedad, pero sí que puedo evidenciar la evolución que ha tenido el título desde Ground Zeroes a The Phantom Pain en todos los sentidos. En primer lugar, el control de Big Boss se nota muy diferente: no es tan preciso y el personaje sigue moviéndose un instante una vez que paras el stick -haciendo un pequeño patinazo, para que me entendáis- que fue eliminado en The Phantom Pain. Por otro lado, aunque es algo que se puede ajustar, la velocidad de movimiento cuando apuntamos con un arma es bastante diferente entre uno y otro, siendo más cómodo en el último, obviamente.
Pero no solo se nota una mejora evidente en la jugabilidad, sino que los menús, el iDroid y demás características de la interfaz también han evolucionado. Es curioso, pero volver a Ground Zeroes después de The Phantom Pain parece más encontrarse con una beta de la obra final que no una parte de la misma, que tampoco es que sea algo demasiado alejado de la realidad.
También podríamos hablar sobre otros aspectos, como la ausencia del estupendo Sistema Fulton, que eché de menos más que nunca cuando tuve que esconder los cuerpos de los enemigos que había abatido para que no los descubrieran, o al tener que cargar en brazos a Chico y a Paz para llegar hasta el punto de evacuación del helicóptero. Pero evidentemente esto tiene otras explicaciones y no tanto el de esa evolución jugable que se evidencia en todos los demás apartados.
Ahora os preguntaréis: ¿qué era tan importante desbloquear en Ground Zeroes para que hayas abandonado durante unas horas tu vicio insano con The Phantom Pain? Un motivo: Solid Snake. Como os he dicho antes, perdí los progresos guardados del prólogo en mi consola y tuve que volver a pasármelo, pero con un único objetivo en mente: conseguir desbloquear características que poder utilizar en The Phantom Pain.
Hideo Kojima también podría desbloquearse como miembro de la Base Madre (con muy buenos atributos, por cierto) a través de Ground Zeroes, completando la misión que protagoniza en la que debemos ir protegiéndole desde el helicóptero. Pero también se puede conseguir en una misión secundaria de The Phantom Pain, en la que hay que ir a rescatarle. Lo que sí me interesaba era conseguir el traje de Solid Snake, porque es útil en algunos casos y también por un simple afán completista.
Para los que queráis tenerlo también (en caso de que no lo hayáis hecho ya), sabed que solo tenéis que conseguir todas las insignias de XOF que hay desperdigadas durante la misión Ground Zeroes, que se hace rápidamente si seguís uno de muchos tutoriales que hay por internet. Esto desbloqueará la misión Dejá-Vu, que será la que hay que completar. Una vez hecho esto, guardamos los datos de Ground Zeroes desde el menú del propio juego (subiéndolo a la nube), volvemos a The Phantom Pain y cargamos los datos del prólogo. Ahí tendremos ya nuestro traje de Solid Snake.
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