Vivan los juegos... en su modo online

Este fin de semana ha sido el cumpleaños de un buen amigo mío. Su pareja le ha regalado el Monster Hunter 3 Ultimate para 3DS (tiene ya su tiempo, sí), lo que ocasionó el pasado sábado un breve pero interesante debate acerca de la vida de algunos de los videojuegos de hoy en día y la posibilidad de eternizarlos gracias a Internet. No, no me refiero a los vídeos, tráilers, gameplays y demases, sino al modo online del juego y a todo el contenido descargable que hay detrás.

 

No he jugado a este Monster Hunter, pero sí a su pariente el de Wii el tiempo suficiente como para poder definirlo como una especie de “Skyrim con monstruos”. Quien dice Skyrim dice cualquier otro juego de rol y acción con una historia principal y un número considerable de misiones secundarias. No obstante, una vez todo eso ha terminado, se supone que el juego debe morir. Sí, puedes dedicarte a disfrutar del paisaje y descubrir alguna misión escondida en alguna parte, pero, a grandes rasgos, si termina la misión principal, el juego también.

 

Por suerte para todos nosotros, hace ya unos años que se inventó el modo online y, lo que es mejor, las descargas de objetos, actualizaciones, loquesea, creados por la comunidad. Hay grandes artistas encerrados en cuerpos de frikis que han hecho posible desde peinados absurdos para nuestro personaje hasta territorios completamente nuevos en el juego. Eso es lo que mantiene con vida cualquier título con final “cerrado”.

 

En mi caso, todo el contenido que la comunidad creó para Skyrim (o incluso para los Sims) es lo que ha conseguido mantenerme en el juego con el paso de los años. Hay gente alucinante al otro lado del juego, y no me refiero a los desarrolladores, que también, sino a los que sacrifican su tiempo para hacer un contenido que, si no es gratis, no cuesta más de un euro o dos. Y, la verdad, prefiero pagar por ese trabajazo que por los DLCs que completan títulos que cuestan sesenta euros incompletos.

 

Luego está el modo online multijugador, que, aunque el señor de Minami diga que es caca, te permite un sinfín de posibilidades. Si el contenido descargable crea un juego eterno, el modo multijugador se encarga de que la eternidad no te aburra. Siempre es más recomendable jugar con amigos, a fin de no arriesgarse a trolleos y tardes perdidas como las que describe Rafa. No obstante, la historia o la campaña pueden estar simplemente en tu cabeza y que el modo online haga el resto.

 

Volviendo al caso de Monster Hunter 3 Ultimate, hay una misión principal: descubrir cuál es el monstruo que provoca terremotos y, como es lógico y normal, acabar con él. No obstante, una vez has cumplido con eso, el juego debería flojear. ¿Qué te queda? ¿Seguir cazando sin más? Ahí entran esos otros creadores no oficiales que te meten más historias y más misiones para que tú no te aburras aunque ni siquiera les des las gracias. También es verdad que, a diferencia de Skyrim o The Witcher, Monster Hunter está hecho para jugar con más gente, así el juego no se te hace ni corto ni incompleto. Claro que si no eres más que un marginado social porque te sale del mismo ciruelo, no te lo vamos a echar en cara. Juega tú solo, pero haz uso de la red, que para algo está, no sólo para darle todos tus datos a Obama. 

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