Viva el capitalismo medieval
El pasado 13 de febrero se abrió la veda del segundo hijo. inFAMOUS Second Son, la entrega con la que Sucker Punch se estrena en la nueva generación, viene prometiendo mucho y, como ya es costumbre, en varias ediciones que premiarán a quienes las reserven antes de su lanzamiento el 21 de marzo.
Así, junto a la edición estandard, encontramos la edición especial y la edición coleccionista, cada una con sus regalitos y goodies. Los usuarios que reserven la edición especial se encontrarán con el juego, una réplica del gorro que viste el nuevo protagonista, Delsin Rowe, y la posibilidad de desbloquear la chaqueta de Cole para el personaje del juego.
La edición coleccionista, por su parte, incluye los mismos elementos que la especial además de una carátula diferente, funda réplica de la chaqueta de Delsin, una moneda del juego, abrebotellas temático, chapas coleccionables y un chaleco para el personaje del juego.
Hasta aquí todo perfecto: portadas, estuches, un montón de cacharritos y merchandise, y una chaqueta y un chalequito para jugar a los recortables con nuestro protagonista y que no pase frío. Genial. El problema surge con el último contenido extra que supone un provilegio de reserva en las dos ediciones "caras". Me refiero a El Legado de Cole, una misión de bonificación que enlaza los acontecimientos que vivimos en inFAMOUS 2 con ésta nueva entrega de la serie.
Lo siento, pero cuando los privilegios de reserva y los regalitos de las ediciones afectan a capítulos del modo historia o ventajas en el modo on line, me sienta mal. Comprendo que hay que vender y justificar esas ediciones con las que las compañías añaden un +1 a eso de hacer caja, pero de ahí a poner en situación de privilegio a unos compradores respecto a otros me parece un poco desproporcionado. Ya bastante puñetero es tener que pugnar diariamente con los adinerados que salen en la tele mientras la plebe luchamos con los gastos de la casa, de los niños, el coche y la hipoteca, como para que ésta filosofía de que el más rico mejor vive y más fácil lo tiene llegue también al mundo de los videojuegos.
No me voy a poner en modo comunista a escribir mi propia protesta social, está claro que es esta carrera capitalista por atesorar lo que ha dado a luz a la industria del ocio en todas sus formas, así que chapeu. No obstante, sería agradable poder olvidar por un momento ese pseudo-capitalismo feudal de los juegos free 2 play en el que los usuarios adinerados se convierten en el equivalente a los señores feudales, bien armados y poderosos, mientras los menos favorecidos pasan a ser meros peasants, campesinos armados con orcas que, si se empeñan, le echan valor, tiempo y ganas, tal vez algún día puedan adquirir un puñal de cobre o una espada de latón... Con la que seguir defendiendo a su señor.
Pero no me malinterpretéis: Esto no es nada personal contra inFAMOUS. Todos o casi todos los juegos terminan haciendo algo parecido tarde o temprano. Lo mismo pasa con el cine: Las primeras ediciones en DVD tienden a ser básicas, insulsas, con pocos contenidos y con serigrafías tirando a tristes, y poco después aparecen las ediciones coleccionistas, los contenidos extra, las escenas suprimidas y los comentarios del director. ¿Estoy siendo demasiado extremista? Tal vez. El problema...
El problema es que no debería ser así. O eso creo yo. A lo mejor me paso de tajante, quizá me he despertado con el pie izquierdo y ésta es mi pequeña versión del ciudadano cero. Sea como sea, no considero que algo que afecta al contenido de una obra, algo que ya está hecho desde el momento de su lanzamiento, se reserve a unos pocos sólo por el ansia de sacar unos eurillos de más. Hablando en plata, no entiendo por qué Juan Nadie, después de soltar casi 70 pavos en el Game más cercano, no va a poder disfrutar de una misión que, dejémonos de pamplinas, no habría costado nada incluir en todas las ediciones.
¡Nos leemos!
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