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Viking: Battle for Asgard y las conversiones tardías

Años de espera...
Por José Manuel Fernández "Spidey"

Resulta cuanto menos curioso el hecho de que Sega ponga ahora a la venta en PC -a través del servicio Steam- un juego cuya salida para Xbox 360 y PlayStation 3 data del 2008. Más particular aún es el caso cuando Viking: Battle for Asgard no es en sí un título especialmente relevante para la compañía, obteniendo en su momento unas ventas simplemente aceptables. Tampoco es que se trate de un producto que de alguna forma u otra abandere a Sega, a modo de emblema tipo Sonic, Streets of Rage y similares. No obstante, este Viking de The Creative Assembly era en su momento un juego ciertamente notable, y que en su nueva vida dentro de los compatibles PC tiene bastantes papeletas de cara a ser ciertamente fructífera.

 

Hablándoos un poco del programa, deciros que la veteranísima The Creative Assembly ofrece un ejercicio que hasta cierto punto nos retrae hacia Spartan, obra que ellos mismos desarrollaran en 2005, en el que fuera su primera producción para videoconsolas (Viking fue la segunda). Estos expertos de la estrategia cambian radicalmente de concepto, logrando envolver al usuario dentro de un desarrollo repleto de acción y dinamismo, centrando gran parte del juego en un concepto que parece dársele bien a los creadores de la serie Total War: el beat'em up. Como es lógico, Viking: Battle for Asgard no se queda únicamente anclado en el siempre divertido arte de aporrear botones y enemigos espada en ristre, sino que se atreve con una metodología cercana al sandbox que casi termina encarándolo frente al género RPG. Es, en definitiva, un popurrí de mecánicas que funcionan estupendamente en conjunto, y que a buen seguro el usuario de PC no dejará de agradecer su traslación, actualizada para la ocasión con unos interesantes aportes gráficos que lucirán de manera más que aceptable en las tarjetas gráficas de hoy día.

 

 

Como hemos dicho, la circunstancia de llevar al PC un juego de hace casi cinco años es cuanto menos bizarra, y más tratándose de un título que apenas permanece en la memoria colectiva de los jugones. Haciendo memoria en lo que respecta a conversiones tardías, cabe citar aquí la serie Halo, cuya primera entrega tardó algo menos de dos años en pisar el sistema operativo Windows. Más sangrante si cabe es el caso de Halo 2, el cual se estrenó en Xbox en noviembre de 2004, mientras que en PC apareció a mediados del 2007. Y es que dos o tres años es mucho tiempo cuando se trata de esperar una conversión de este tipo, pero afortunadamente un juego como Halo es prácticamente atemporal, como recientemente ha demostrado la reciente aparición del título original en Xbox 360.

 

Un viaje opuesto es el que sufrió Crysis, aparecido originalmente para compatibles PC en noviembre de 2007. El potencial tecnológico del motor CryEngine hacía difícil presagiar una cómoda conversión al entorno de las videoconsolas, manteniendo una situación en la que, durante años, los usuarios de PC alardeaban de tener en su hardware el juego gráficamente más avanzado de todos los tiempos (claro está que necesitando un equipazo de órdago). Entonces es cuando Crytek decide realizar una segunda parte orientada también al público poseedor de Xbox 360 y PlayStation 3, portando una nueva versión del CryEngine que, al tiempo, soportaría sin demasiados problemas una más que digna traslación del original Crysis a las consolas. Ni más ni menos que cuatro años tuvieron que pasar.

 

 

En el mismo sentido, bastantes años atrás tuvimos un caso ciertamente particular con Operation Flashpoint, el ya clásico simulador bélico de Bohemia Interactive. Windows lo acogió a mediados del año 2001, siendo uno de esos éxitos silenciosos que terminan encumbrándose con el paso del tiempo a lo más alto del catálogo de una plataforma. Es por ello que, basándose sobre todo en la popularidad de la primera Xbox en el terreno americano, Codemasters pensó en lo propicio de llevar este juegazo a la consola de Microsoft. Y fue un proceso largo, porque desde que viera la luz originalmente, este programa tardó algo más de cuatro años en pisar los circuitos de Xbox. Mucho tiempo para un juego atemporal que, sin embargo, no terminó de cuajar en la consola como se esperaba.

 

Por supuesto que hay más casos de conversiones extremadamente tardías, y no dejan de ser una curiosidad digna de reseñar. Si os acordáis de otros casos del estilo, no dudéis en contárnoslo por aquí... siempre será interesante recordar juegos que por no tener una plataforma u otra nos hicieron esperar de lo lindo. Aunque, como suelen decir, nunca es tarde si la dicha es buena, ¿no?


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