Videojuegos y política: Mala mezcla, camaradas

Voy a meterme en camisas de onces varas, lo sé, y mira que me gusta poco hablar de política... Pero de algo hay que hablar. Así que vamos a intentar ser coherentes, no volvernos locos (si hay algo peor que un fanboy de videojuegos es un fanboy de la política) y tratar de comprender. 

 

A les enfants de la patrie

Todo empieza con una noticia que publicamos ayer en la que recogíamos que Jean-Luc Melenchon, ministro francés que actualmente opta a la candidatura de la presidencia (ojo, eso según Telegraph. Yo le veo más cara de oposición pesadita de por vida, pero no estoy muy puesto en política francesa) , barría para casa y ponía a parir a Ubisoft por la imagen que Assassin's Creed Unity daba del pueblo francés, de la revolución y de algunas de sus figuras más importantes.  

 

Tal y como recogía el medio británico Telegraph, el señor Melenchon se explayó largo y tendido en un programa de la French Inter Radio en el que acusó a Ubisoft de dar una visión de la historia que representa 'una imagen de odio hacia la Revolución, la República y el pueblo propios de la extrema derecha'. Y cargó contra la imagen que daban de figuras como Maria Antonienta: 'esa cretina que (en el juego, que no me suena que aparezca) se muestra como una pobre niña rica, mientras (en la realidad según Melenchon) intentó salvar su pellejo vendiendo al pueblo de Francia'. Tampoco quiso dejar de mostrar su desacuerdo con cómo retratan a la figura de Robespierre: 'el hombre que fue nuestro libertador en un determinado momento de la Revolución –porque esta duró mucho tiempo-, se presenta como un monstruo'.

 

 

El caso es que, en lo personal, no guardo filias ni fobias con ninguno de estos personajes más allá de algún examen de historia que conseguí aprobar a duras penas, y alguna que otra pesadilla con guillotinas y películas para mayores. El caso es que me dio por pensar qué pasaría si los tipos de Ubisoft tuvieran la brillante idea de hacer un Assassin's Creed ambientado en la guerra civil española. 

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Y se me pusieron los huevos de corbata. 

 

Tiembla España

Para dejar las cosas claras os advierto que mi familia tuvo la desgracia de perder hijos en ambos bandos, o mejor dicho a manos de ambos bandos, así que desde ya os agradecería que os ahorréis las gilipolleces partidistas en los comentarios. Os lo ruego: Mantened el espíritu de La Vaquilla, de Berlanga, y comprended que en toda situación bélica los bandos son una cuestión que te cae encima por mera geografía y tienes que apechugar so pena de tiro por traidor. 

 

 

Sentado esto, y esperando que nadie venga a cantar el 'cara al sol' ni 'la internacional', pensad por un momento la que se podría liar si a Ubisoft se le ocurriera tocar el tema de la guerra civil española haciendo, como siempre, de las suyas, y enardeciendo un bando de héroes frente a otro de canallas, que luego cambiaría si metieran un DLC que te propusiera cambiar de pieles como en Rogue. 

 

¡La pucha!

Porque mira que aceptaría una guerra de secesión, con Curro Jiménez por Los Montes de Toledo y mi Cádiz gritando 'Viva la Pepa' en bajini en los sótanos del ventorrillo El Chato, no se fueran a enterar los franceses. Mira que me fliparía un ataque a los impuestos de Pepe Botella, una guerra de guerrillas en las Cuevas de Marimoco de Cádiz contra los gabachos. Correr, en vez de tras salomas, tras las coplas y los tanguillos y ese 'con las bombas que tiran los fanfarrones se hacen las gaditanas tirabuzones'. Aunque claro, a lo mejor nos tocaba ser los malos, pero aún así... Sería grande.

 

Pero la Guerra civil... No, tío, eso no molaría una mierda, y menos viendo el desprecio con el que la empresa francesa ha tratado su propia historia. Miedo me da lo que podrían hacer con nuestras 'figuras históricas'. Pánico me da que intentaran traducir a misión jugable Paracuellos de Jarama, y terror imaginar lo pronto que los interesadillos se apropiarían de la situación para alimentar viejos odios que siguen ardiendo a día de hoy y que tendrían que haberse extinguido hace años. Odios que los bastardos, los malnacidos y los inmortales siguen manteniendo vivos por el mero interés económico. 

 

 

Mezclar política y videojuegos no es buena idea.

Que se lo digan al pobre Rami Ismail, que con su Luftrauser, que no tenía nada que ver con la historia ni la política, se la liaron bien parda. Que se lo digan a los alemanes y los árabes, pueblos malditos por obra y gracia de Hollywood, que encarnarán por siempre y para siempre la imagen del enemigo por excelencia al que siempre es bueno y positivo torturar hasta la muerte. 

 

Mezclar videojuegos y política no es buena idea, para eso ya tenemos el cine y la televisión. Comprendo a Merenchon, aunque sea incapaz de decir que coincido con él y me repatee un poquito ver por dónde andan sus intereses, pero la historia es un legado frágil y delicado. Una obra escrita por los ganadores y puesta en tela de juicio por quien no estuvo, creación que es fácil que oculte iras, malestares, temores y sinsabores de los que sufrieron a su costa, y justificación vacía de los que construyen a su alrededor una política de odio que les asegure un sillón en el parlamento y una pensión fija en el retiro. 

 

Así que por favor, Ubisoft, ni se os ocurra tocar la guerra civil española, que ya bastante jodida está la cosa. 

 

¡Nos leemos!

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