¿Vale la pena ir a ver Rompe Ralph?

Rompe Ralph puede convertirse en la excusa perfecta para quedar como el primo mayor, tío o padrino predilecto con la chavalada de tu familia. Una película infantil, correcto, pero con toques de auténtico jugador de videojuegos que seguro sabrás apreciar. No nos engañemos: podría haber sido mucho más, pero por obvio que parezca, también podría haber sido mucho menos. Estamos ante un film repleto de guiños sutiles del arcade los ochenta que no están al alcance de todos los jugadores, pero eso no quita que en su superficie también existan detalles interesantes a los que cualquiera podría agarrarse para justificar lo que vale la entrada. 

Lo que más duele al pensar en Rompe Ralph es que podría haber sido a los videojuegos lo que es Toy Story a los juguetes, pero no dudo que la película habrá abierto los ojos de muchos profesionales de la industria cinematográfica. Probablemente no ha existido un ejercicio con mejores intenciones que el de Disney desde que la historia del ocio electrónico se juntó con la del cine (y no al revés). ¿La lástima? Que al final todo acaba siendo tan sumamente Disney que podría haberse ido al traste si se hubiese alargado 10 o 15 minutos más. Es fácil de entender: imagina la mitad de la película repletita de guiños y buenas ideas y la otra mitad con menos frescura y bastante más predecible, lo que podrías esperar de la Disney de los últimos 10 años (excepto por ese delicioso asterisco llamado Enredados). No es bueno ni malo, pero sabes a qué venías a ver Rompe Ralph, y eso no lo vas a tener en sus 45 minutos finales.

Pero podemos quedarnos con algo positivo: el lenguaje y jerga usado en la cinta es atrevido y estoy convencido que muchos niños se irán de la sala sin haber captado muchas de las cosas que han ido ocurriendo en el tramo final, por lo que podemos oler que realmente existían las mejores intenciones por parte de Disney, pero que algo cambió durante la creación de la película. Don Junquera nos explicaba hace unos meses lo difícil que había resultado contar con algunas licencias y lo complicado que ha sido meter algunos de esos personajes, pero no creo que acabes echando en falta nada: todo está tan claro y resulta tan poco disimulado que no te costará asemejar a Felix como Mario y a Ralph como Donkey Kong. De hecho, viendo la propia cabinet lo verás claro desde el segundo 0 de proyección.

Entonces, ¿vale la pena Rompe Ralph o estamos tirando el dinero? Desde mi punto de vista, como jugador de videojuegos, vale cada euro que cuesta. Hasta donde sabe un servidor, no ha existido cinta que haya demostrado más cariño que la de Disney por nuestro hobby, y eso, aunque se desinfle al final de la producción, ya vale nuestra entrada. De hecho, en las américas ha sido un éxito, y según parece, el anuncio de la continuación podría estar más cerca de lo que imaginamos. Será cuestión de esperar, pero un segundo round para Ralph y compañía sería merecido a todas luces: existen tantas buenas ideas que se han desaprovechado que estoy seguro que podría mejorar en mucho a lo visto en la presente entrega.

Es inevitable preguntarlo: ¿La habéis visto? ¿Os ha gustado? ¿Qué le falta? ¿Has ido de fucker con tu acompañante? ¿Le has contado batallitas random? ¿Es Tapper uno de los primeros videojuegos que sacaron partido al product placement? ¿Es Enredados de lo mejor que ha hecho Disney en los últimos 15 años? ¿Dinosaurio huele a vino?