Va ganando PlayStation VR
Hemos hablado ya largo y tendido acerca del sueño tecnológico más esperado de las últimas décadas. Vale, no, no me estoy refiriendo al teletransporte o a la casa que se limpia sola. Ni del microondas a la inversa, que te enfríe la bebida en menos de un minuto. Tampoco de robots dobladores de cosas, ni de nada de lo que sale en Futurama o en los Simpsons. Bueno, más o menos. Estoy hablando de la realidad virtual. En los últimos años la realidad virtual ha cobrado importancia en los videojuegos porque pronto vamos a dar el salto – si no lo hemos dado ya – de los simuladores de ferias y salones recreativos de toda la vida a lo que sí es, de verdad, meternos en un videojuego.
En los últimos cuatro años, la realidad virtual se ha convertido en un objetivo principal dentro de la industria de los videojuegos. Primero conocimos Oculus Rift, y poco después –relativamente – conocimos Project Morpheus, ahora PlayStation VR. Como era de esperar, estos dos instrumentos de la realidad virtual compiten el uno con el otro, y cada uno, aunque nos venda lo mismo, se han presentado de diferente forma. Esas pequeñas o no tan pequeñas diferencias es lo que, de momento, me hace decantarme más por el modelo de Sony.
Mi mente, como la de un señor mayor, echa la vista atrás y recuerda cómo llegó cada uno a mí. Lo cierto es que cuando Oculus salió a la luz no me llamó nada la atención, y no vi nada de él por propio interés hasta después de ver al Rubius (sí, yo viendo vídeos del Rubius, quién me lo iba a decir) haciendo el soplagaitas con uno de esos toscos aparatitos en su canal. Porque eso es lo que me ha parecido Oculus Rift en un primer vistazo: tosco Sí, yo esperaba que la realidad virtual llegase con gafas, como algo lógico, pero quizás lo que no esperaba era que esas gafas resultaran tan gruesas. En cambio, le di una oportunidad, y pude probarlo en un evento de hace ya un tiempo. Además de tosco, como me había parecido al principio, me resultó incómodo de llevar.
Hablando únicamente de sus características físicas, me ha gustado más PlayStation VR, que además tuve la oportunidad de probarlo en la última edición de la Madrid Games Week. A un primer vistazo, desde luego, me pareció mucho más elegante con su diseño, que, de hecho, parece que lo haga también más cómodo. Puede que la distancia entre mi primera experiencia y la segunda sea amplia en el tiempo, pero recuerdo que cuando me puse las gafas de Sony pensé “nada que ver”. Y es cierto, me metí de lleno en EVE Valkyrie sin darme cuenta de que llevaba todo ese aparato encima. Y eso es bueno, ¿no?
No obstante, el físico no lo es todo en esta vida, y hay otras diferencias a tener en cuenta a la hora de decantarse por uno, si bien es un poco pronto para hacerlo, aunque los primeros kits de Oculus Rift ya están a la venta. Yyyyy… precisamente ahí está la gran diferencia que a mí ya me empuja más hacia la opción PlayStation. El precio. Oculus llega con 599 (les costaba mucho poner 600) dólares. A lo que hay que sumarle un ordenador que sea capaz de resistir lo que pide con un coste aproximado de 1000 pavos. En el otro lado del ring tenemos a PlayStation VR, que no nos terminan de dejar claro su precio, pero oscilará entre 450-550 euros, DICEN. A lo que hay que sumarle, si no se ha comprado ya, el precio de una PlayStation 4. Otro punto a favor de VR.
¿Qué por qué? Bueno, en mi caso particular, yo ya tengo un ordenador muy bueno y ni con esas tengo claro si va a ser capaz de soportar Oculus. Es decir, no tengo ni la más mínima intención de, después de haberme comprado una buena nave nodriza hace menos de un año, desembolsar ese dinero. En cambio, comprar una Play 4 no me supone tanto, ya que (además de ser más barata) era algo que pensaba y pienso comprar tarde o temprano, más allá de la realidad virtual.
Ay, no sé, no sé. Esto de la realidad virtual se nos está yendo de las manos. Vale que es algo que llevamos mucho tiempo esperando, pero está claro que no va a estar al alcance de todos. Al menos, no en sus primeros años de existencia. Habrá que ver cómo avanzan las cosas, pero desde luego McFly se va a ir del futuro sin realidad virtual.
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