Utilizar licencias no es tan sencillo como pagar y listo

El primer tráiler de la nueva película de Disney, ¡Rompe Ralph! no habría sido noticia en el mundo de los videojuegos de no ser porque inciden de lleno en él con máquinas recreativas, parodias y críticas a la situación actual del videojuego y, sobre todo, cameos y apariciones estelares de todo tipo de personajes.

La reunión de villanos anónimos en la que Ralph pretende "desintoxicarse" de ser malo, es un hit parade de enemigos de todos los tiempos, desde M.Bison de Street Fighter al cabrón del zombi de las hachas de The House of the Dead, pasando por Bowser, el final boss de Altered Beast, Robotik o Clyde, el fantasma naranja de Pac-Man.

Y veremos a Sonic, a Q-Bert, a una mujer con un sospechoso parecido a Anya Stroud de Gears of War,... Pero hablar de videojuegos en general y no hablar de Super Mario en concreto es raro, pero Disney ha confirmado que el famoso fontanero italiano no estará. ¿Por qué?

Una duda que despejaba Clark Spencer, productor de la película, cuando todos pensábamos que seguramente sería un tema de carísimos royalties. De todos modos, no echaremos de menos a Mario, que como sobreexplotado icono de la cultura pop que es, lo tenemos más que visto.

Pero no es que las compañías no tengan nada que decir en todo esto y que sencillamente Disney les pase un maletín lleno de billetes a las respectivas propietarias de los personajes que quieran utilizar, la realidad es mucho más trabajo que eso. Puede que también haya un caso contrario en el que alguien pague por meter a su personaje a cambio de un poco de publicidad, pero desde luego, SEGA no es de esta clase.

La influencia de SEGA se nota casi más que la de cualquier otra. No en vano, ha sido una compañía de vital importancia para llegar hasta donde estamos y nos ha dado muchos grandes personajes, pero no los ha cedido a Disney para utilizarlos de cualquier manera.

¡Rompe Ralph!, la que podría convertirse en la Toy Story de la historia del juguete digital, llegará a los cines españoles el próximo 25 de diciembre, y seguramente sea una de esas películas de animación que llene las salas con más gente bien crecidita que de niños, y será algo maravilloso.