Usemos los videojuegos para animar estas navidades
Estas fiestas serán muy raras. Grupos reducidos, cenas algo más silenciosas, charla que rozará lo cotidiano… Va a ser duro, tanto para unos niños que se preguntan si Papá Noel dejará los regalos este año como para unos adultos a los que les faltará el calor del resto de la familia. La cuarentena también ha sido horrible, pero la tecnología actual la ha hecho más llevadera: Netflix, HBO y otras plataformas similares, redes sociales (que hacen equilibrio entre lo entretenido y lo negativo), videollamadas a allegados, YouTube y sus recetas de cocina y, por supuesto, los videojuegos.
Tanto en el entorno online, ya sea con amigos o con completos desconocidos, como en solitario, este divertimiento digital ha conseguido su propósito inicial: la abstracción temporal de todo lo que sucede en el mundo real. Y esto no es malo, pues es necesario respirar entre tantas noticias catastróficas y perspectivas de futuro borrosas. Por ello, vuelvo a confiar una vez más en el poder de este medio para animar, aunque sea un poquito, estas navidades. Ya sea en pareja o en una pequeña familia con niños, estoy segura de que la presencia de un título virtual generará una chispa de ilusión en una velada que se suele llenar de vida con unos elementos que en esta ocasión no podrán estar presentes.
Porque tenemos una gran oferta de títulos a los que echar un rato entre bocado y bocado de turrón y trufas: bailes desenfrenados con Just Dance 2021, carreras con Mario Kart 8 o Mario Kart Live Home Circuit, minijuegos con Super Mario Party, aventuras fantásticas como Astro’s Playroom, Sackboy: una aventura a lo grande o Bugsnax. Y digo estos por comentar las entregas más actuales, pues estoy segura de que muchas familias todavía guardarán en el trastero una vieja Wii con su Wii Sports y Wii Play o una polvorienta PlayStation 3 con el SingStar o el Buzz!. Títulos con cierto carácter infantil útiles para pequeños momentos de diversión y que, al menos por ahora, pueden salvar unas fiestas de lo más extrañas.
Por otro lado, los videojuegos no sirven únicamente para animar la situación cuando hay niños cerca. Actualmente tenemos aventuras cooperativas para dos personas que van desde lo fantasioso de Unravel Two, pasando por historias más emotivas como Brothers: A Tale of Two Sons y hasta algo más crudo como A Way Out. Y, para aquellos que, por desgracia, tendrán que pasar las navidades en solitario, existe una gran selección de juegos individuales de gran renombre que pueden curiosear aprovechando esta situación. Eso sí, que sea con un turrón de chocolate y una copita de champán, que aunque se haga algo cotidiano no se pierda el espíritu navideño.
Evidentemente, se va a notar esa ausencia de calidez propia de las reuniones familiares y las charlas hasta las tantas. Pero quiero recordar que los videojuegos están hechos para distraernos de todo lo malo y entretenernos lo suficiente en mundos de fantasía como para que podamos animarnos un poco. Antes que suspirar por lo que podrían haber sido las fiestas, pasémonoslo todo lo bien que podamos con este medio tan divertido. Y ojalá el año que viene podamos celebrar las fiestas con nuestros seres queridos y con el doble de ilusión.
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