Until Dawn lo ha petado y a Sony le encanta
Sony declaró la semana pasada que se encontraba muy sorprendida ante el éxito y la buena recepción de Until Dawn; y es normal, no es para nada ese bombazo prediseñado para serlo. Until Dawn no tiene pretensiones de cambiarte la vida, de ser trascendente ni de analizar cuánto eres de sacrificar por quien amas. Llegó un poquito antes que la promesa del año: Metal Gear Solid V (aunque no tuvo tantos huevos como Mad Max de salir un par de días después), y ni su historia ni su jugabilidad ni su narrativa inventan la rueda. Entonces, ¿por qué hemos recibido tan bien este juego?
A mí Until Dawn me encantó, y lo recibí muy bien precisamente por todo lo que he escrito aquí arriba. No sé vosotros, pero estoy tan harto de que todos los videojuegos quieran ser la puñetera experiencia definitiva, que cuando llega uno asi, lo disfruto mucho. Desde Metal Gear Solid V a The Witcher 3 o Bloodborne, tres juegos a los que he jugado mucho este año, todos quieren ofrecerte LA historia, LA jugabilidad y LA megaexperiencia of the life, y eso está muy bien, ojo ¿pero que hay de esa promesa sencilla y divertida de entretener sin más? Me gusta que de vez en cuando se cambie lo de tras jugar a este juego tu vida será distinta a eh, amigo jugón, con este videojuego te lo vas a pasar guay a mogollón.
Until Dawn se ha recibido bien por eso, porque es un refrescante soplo de aire fresco, de diversión y de ganas de hacer las cosas bien en este sentido, pero todo construido con una estructura de los tipos de videojuegos que más trascendentes quieren ser. No me gustó Heavy Rain; es más, recuerdo que en un minijuego que había de batir huevos me quedé dormido con el mando en la mano, en serio, con los ojos cerrados tirado en el sofá me quedé. Pasé totalmente de Beyond: Dos Almas precisamente por eso, y no fue hasta con The Walking Dead que me reconcilié con este tipo de títulos que ahora parece que se han etiquetado como dramas interactivo.
¿Pero qué pasó con The Walking Dead? Que la buena gente de Telltale Games se vinieron muy arriba abrumando con la misma fórmula sin parar, a lo loco y sin mesura. Y de repente llegó el Until Dawn de Supermassive Games y nos recordó que sobre esta manera de hacer juegos se podía aportar algo más, algo que parecía olvidado: pasarlo bien y hasta pasar miedo.
Sony habla de que apoyará al propio Until Dawn y huele a que también este tipo de proyectos en general. Personalmente, la idea me encanta, pero espero que esto no se traduzca en darle todo su amor a Quantic Dream, sino a proyectos divertidos, desenfadados y que, insisto, no te quieran cambiar la puñetera vida, violarte el corazón y hacerte reflexionar. A veces es suficiente que los videojuegos sean meras distracciones bien construidas, sin tener que necesitar validarse como obra de arte, obra emocional o para quitarse complejos de encima por eso de que las consolas son para niños (los PC no, esos son para machotes y machotas). Y en resumidas cuentas, que juguéis a Until Dawn.
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