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Uncharted 4 sería mejor si jugáramos sin acompañantes

Nuestros compañeros no saben infiltrarse
Por Adrián Suárez Mouriño

Uncharted 4 es una maravilla, eso es así, pero es también una tensión constante entre querer ser The Last of 2 y Uncharted 3.5, todo a la vez. No lo digo como algo negativo, el videojuego es un cañón, pero es por culpa de esta dicotomía en la que a veces suceden cosas extrañas. The Last of Us tenía un gran problema: una IA mala, y no lo era la de sus enemigos, que cumplía bien, me refiero a la de los personajes que nos acompañan.

 

En el anterior título de Naughty Dog era frecuente lo de tener que atravesar filas de zombis floridos siendo acompañados por Ellie y por otro personaje no jugador. Estas secuencias requerían que fuéramos sigilosos. Por fortuna, los infectados por el Cordyceps eran medio sordos, un poco ciegos y estaban condenados por una espora a ser idiotas, eso servía para explicar por qué, aunque Ellie corriera ante sus morros, solo nos hacía caso a nosotros; era raro, pero colaba.

 

 

Esas mismas secuencias se han trasladado a Uncharted 4, y del mismo modo que alabamos el maravilloso reflejo aventurero que es Uncharted 4 de este también hay que criticar lo poco que ha evolucionado con respecto a aquel, porque ese mismo defecto persiste, solo que en un nuevo contexto que hace que sea peor. En el Desenlace del Ladrón hay una serie de puestos enemigos que dominar cuando llegamos a Madagascar, hace un sol de justicia, el terreno en ellos es llano, cada acción levanta polvo del suelo y no hay más ruido que el que provocamos. Estas acciones no las realizamos solos, nos acompaña un señor mayor y nuestro hermano tonto, algo de lo que ambos dan fe haciendo lo mismo que Ellie ante los Cordyceps, solo que ahora esos monstruos son mercenarios entrenados.

 

Media parte del juego, estos mismos soldados insisten en que son guerreros preparados, buenísimos e infalibles, pero mientras nosotros encarnando a Nathan nos esforzamos en ser invisibles, ni Sully ni Sam lo hacen con las mismas ganas, son torpes, se dejan ver y se acaba notando que son malos jugadores del escondite. Eso acaba estropeando el momento, porque a ellos no los ven, llevándonos a decidir pasar a las armas, y a otra cosa. ¿Tan difícil sería introducir una opción de dar órdenes para que que se quedaran quietecitos y sin molestar?

 

Por fortuna, no siempre vamos acompañados, pero sí la mayoría del tiempo. Este mal también se encuentra a las escenas de acción e incluso a cuando estamos haciendo secciones de plataformas, es decir, quien nos acompaña parece que está ahí para sacarle defectos al juego al jugar mal. Por su culpa se ven los fallos de la IA enemiga. Si Uncharted 4 se hubiera quitado de encima lo de ir siempre acompañados que vimos en The Last of Us y que empezamos a ver en Uncharted 3, habría sido mucho mejor juego. 


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