Una retirada a tiempo para Bioshock es una victoria
2K ha declarado a GameInformer que tienen claro que el futuro de Bioshock supone importante para la distribuidora americana, y que el cierre de Irrational no acabará con ella. Es el momento de pensar en el mismo debate que propuso Vic hace una semana al respecto de Doom y la autoría de algunos videojuegos. ¿Puede ser Bioshock sin Irrational o Levine detrás? El ejemplo de la secuela del original debería pesar más en tierras americanas antes de lanzar afirmaciones tan a la ligera.
Y no os voy a aburrir con el discurso de ‘la industria que busca generar dinero’ y otras obviedades dignas del libro gordo de petete: aquí la cuestión es que la autoría de Bioshock queda en entredicho, y que por el bien de uno de los fenómenos más mágicos que han sacudido la presente generación, su despedida con Infinite debería ser sopesada. Venga lo que venga, va a ser difícil de igualar, y sea lo que sea, no será lo que las mentes detrás del estudio tenían pensado. Insisto con Bioshock 2: un pobre episodio que satisfizo a pocos seguidores del debut en PC, 360 y PlayStation 3.
Entre algunos juegos y autores se crea un vínculo único, Bioshock es uno de ellos. No hace falta jugar más de tres horas a Infinite para saber que lo que pensaban en Irrational en su concepción original se les fue de las manos, por lo que no es extraño que ante el ajetreo sometido en los últimos dos años, Levine y sus más allegados hayan apostado por tirar por otro sendero diferente al circuito comercial de videojuegos. Hay sitio para sus ideas y sus conceptos más allá de las grandes distribuidoras occidentales y las docenas de millones de dólares invertidos por un concepto. Un lugar en el que la autoría no se discute y no se pone en entredicho.
Llámalo independiente o cómo te dé la gana, pero lo que es seguro es que esos campos acaban siendo una bendición para las mentes inquietas que prefieren vivir alejados del foco pero seguir haciendo sus videojuegos para su público, no para el público que piensa que gusta a la distribuidora de turno. Y un nuevo Bioshock, al igual que ese hipotético nuevo Doom, será más del segundo punto que del primero. Doom, como comentábamos en el pasado podcast, es irrepetible sin dos mentes más importantes detrás y sin el contexto de principio de los noventa. El regreso del mito de ID solo tiene expectativas para decepcionar.
Es por eso que a veces deberían prestarse firmas como 2K o Bethesda a pensar que más vale retirarse a tiempo con sus obras y pensar en el legado que han dejado. Algunos con capítulos inexcusables en la historia del videojuego y otros con obras que suponen referentes para los que vendrán en el futuro; desgraciadamente, y citando al libro gordo de petete, al final lo que cuenta es el verde. Una lástima, ¿verdad?
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