Una gran Gamescom para el público
La magia de la Gamescom cada año suele estar en que por primera vez el público puede probar muchas de las grandes novedades que están por venir a lo largo del resto del año y parte del siguiente, pero no siempre es así. Para la prensa, en muchas ocasiones es más que un E3 2.0, y no sólo es una ocasión más accesible para probar todas esas novedades sino que muchas veces hay acceso exclusivo a diferentes demos y mucho más, pero… Este año no ha sido tanto así.
Para la prensa, tristemente, ha sido una Gamescom muy de vídeos, casi tanto como el E3. En ambas ferias no se ha podido probar tanto como nos hubiese gustado y, por mucho que se diga o que se quiera intentar dejar ver con ‘impresiones exclusivas’, muchas de esas impresiones han sido a raíz de una demo guiada y coreografiada, como mucho acompañada de los comentarios de los desarrolladores. ¿Qué diferencia hay entonces con ver todo eso desde casa?
Para el público en cierto modo es distinto. Asistir a una feria como la Gamescom puede ser motivo de engaño para muchos, no siempre se advierte de que ese stand gigantesco con una cola kilométrica lleva a una presentación en vídeo y, como mucho, al salir te dan una camiseta. No todos esos murales enormes esconden máquinas dentro que permiten jugar. Muchos otros sí, claro, pero jugar con el tiempo de la gente no está bien, y esperar un par de horas pensando que vas a poder jugar a NBA 2K16, a Horizon o a Quantum Break para que después de todo sólo te pongan un vídeo puede llegar a ser algo descorazonador, sobre todo cuando en muchos casos esto viene después de un viaje desde otra ciudad para asistir al evento de videojuegos por excelencia en el viejo continente, y previo pago de una entrada.
Para la prensa ha sido una Gamescom poco productiva. No ha habido muchos nuevos anuncios, las impresiones que se han podido sacar han sido escasas tras el E3 ya que de la gran mayoría de títulos se presentó la misma demo,… Ha habido sorpresas, y como fan, poder encontrarse cara a cara con Hideki Kamiya, Sam Lake, Koji Igarashi y muchos más, es todo un privilegio, pero como inversión, esta Gamescom no ha sido el mejor de los tratos.
Para el público, la Gamescom 2015 también ha tenido mucho de vídeos, mucha cola que lleva a nada, pero también ha sido una gran oportunidad de mezclarse con todo lo bueno de la industria del videojuego. Ver a tanta gente de todo el mundo con una misma pasión, mostrando sus ganas y su ansia, dejando ver en vivo su emoción por lo que acaban de probar muchos meses antes de que llegue a las tiendas… Eso, también es un privilegio.
La auténtica lástima es que no todas las compañías se hayan portado igual de bien con esas más de 300.000 personas que han asistido para probar todas sus novedades. Muchas de esas 300.000 personas sólo han sido tomadas como carteles publicitarios gigantes llevando bolsas de juegos que ni siquiera han podido probar, muchas otras sólo sirvieron para formar colas que llevaban a una pantalla grande, sin mandos de por medio,… Pero luego habría que dar las gracias a otras como Activision, Electronic Arts, Ubisoft, Bandai Namco, o incluso Nintendo (que sin estar muy presente y sin hacer mucho ruido, permitió probar Xenoblade Chronicles X por primera vez en inglés, entre otros), que no sólo han sabido dar espectáculo para que esos más de 300.000 fans pudiesen vivir con ganas esta Gamescom, sino que también han sabido recompensar su tiempo después de las horas de cola permitiendo tener un adelanto tangible a todo su catálogo futuro.
Un año más, no puedo dejar de recomendar la Gamescom como un evento que, al menos, hay que vivir una vez en la vida. Nos vemos el año que viene, entre el 17 y el 21 de agosto.
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