Un reboot de Sony con PS4 sin boom tecnológico PS4
Después de un par de días con poco más en la cabeza que el anuncio de PlayStation 4, hemos tenido que echar la vista atrás para ver con claridad por qué esta nueva consola y lo que nos ofrece no ha causado la misma impresión que cualquiera de las anteriores consolas de Sony, sean domésticas o portátiles.
PlayStation 4 ha venido acompañada de palabras tales como potencia, accesibilidad, conectividad,... Pero le han faltado muchas otras como innovación. La han mencionado, no han dejado de decirla durante las dos horas de conferencia, llenándose la boca con nuevas posibilidades para mostrarnos lo mismo que llevamos años viendo, pero en una carcasa mucho más bonita, no la de la consola que no hemos visto, sino la metafórica carcasa de un apartado técnico superior, faltaría más.
Pero ¿qué más nos ofrece PlayStation 4 como para que deseemos tenerla? De momento, nada. Promesas de juegos, promesas de mejora con respecto a los lastres de PlayStation 3 como una arquitectura abierta para que las versiones multiplataforma nunca se queden atrás, promesas de una conectividad total entre usuarios y promesas de un juego en nube sin especificar, pero nada como lo fue en su día un reproductor de DVD incorporado en una consola con tecnología como nunca antes habíamos visto.
Este mando es el nuevo icono del reboot de Sony. Últimamente vemos cómo muchas sagas se dan a un reinicio en una tónica completamente diferente para evitar numeraciones que llegan hasta el absurdo y aficionados que se pierden entre las muchas historias de varias entregas, y esto es algo que Sony pretende poner en práctica con su propia imagen, aunque sin dejar de lado ciertos aspectos que ha ido ganando con el tiempo o un PlayStation Move que tal vez no haya sido lo mejor que podrían haber conservado.
Vamos a jugar a que todo el mundo tiene espacio y enchufes de sobra para no tener que apartar nunca las consolas antiguas, o a que todos tienen dinero suficiente como para no tener que vender la veterana para hacerse con la sucesora. En este plan, PlayStation 4 decide prescindir de la retrocompatibilidad, o al menos del formato al uso de jugar desde un disco ya comprado, e incluso desaprovecha todos los Dual Shock 3 que alguien pueda tener para centrarse únicamente en ese Dual Shock 4 con nuevos botones, touchpad y luz. Quieren hacernos ver que habrá nuevas formas de jugar, pero a la vez intentan conservar el espíritu clásico sin permitirnos recurrir al pasado. Un reboot en toda regla, que viene acompañado por nombres ya conocidos como Killzone o inFAMOUS, pero sin números en sus nuevas iteraciones, reboots dentro de un reboot.
PlayStation con su CD y su posterior avance al mando con dos joysticks y vibración, PlayStation 2 como reproductor de DVD y sus vistas al futuro, PSP ofreciéndonos la potencia del juego en discos vía UMD y con una pantalla nunca vista en una portátil, PlayStation 3 como estandarte de la guerra del Blu-Ray contra el HD-DVD y un gran disco duro, PlayStation Vita con su pantallaza OLED, sus dos joysticks y su portento gráfico... Todo eso eran motivos que en su día nos hicieron querer una consola de Sony.
¿Qué tenemos ahora si PlayStation 4 no va unida a un gran salto tecnológico general? ¿Qué sentido tiene ahora una Sony que deja su puesto en la vanguardia tecnológica para ceñirse a las exigencias del mercado? Aún es muy pronto para hablar de todo esto en base a una vaga presentación de todo lo que puede llegar a cambiar en los próximos meses, pero está faltando esa chispa de hacernos creer que con una PS4 tendremos lo mejor durante muchos años.
I hope I'll be able to turn off all of these social features on the #PS4. If I wanted to be social I wouldn't be playing videogames.
— Andy Levy (@andylevy) February 20, 2013
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