Un juego de terror diferente, el miedo en The Town of Light
Los juegos de miedo reciben una forma de terror diferente con The Town of Light, título que llega por segunda vez al mercado tras ver la luz en verano del año pasado en PC y arriba al fin a Playstation 4 y Xbox One de la mano de su desarrolladora, el estudio italiano independiente LKA.it. The Town of Light llega en formato digital a un precio más que asequible y una propuesta de terror que se aleja de forma radical del concepto de sustos de títulos como Resident Evil VII, Outlast o Amnesia.
La fuerza de the Town of Light como videojuego recae por entero en lo profundo de la historia que nos plantea, una historia real basada en acontecimientos históricos que giran alrededor de la figura de las instalaciones de internamiento para enfermos mentales, los manicomios del pasado siglo, y su protagonismo en la evolución de una Italia que tiene en estos centros psiquiátricos parte de su historia más vergonzosa.
Bienvenidos a Volterra
En 1904 Italia regulaba una de las figuras más vergonzosas de su historia, los centros de internamiento para enfermos mentales, unas instalaciones que sirvieron de prisión y cámaras de tortura para todas aquellas personas que no se ajustaban al régimen, a las exigencias del momento o a las duras normas de una sociedad a la que aún le quedaba mucho por avanzar.
Rebeldes que se enfrentaron al fascismo, librepensadores, mujeres que no se ajustaban a la norma y homosexuales, los manicomios fueron, hasta la llegada de la ley Basaglia que los prohibiría en 1978, el centro de reclusión perfecto para todos aquellos elementos disidentes de la sociedad italiana. Un rincón en el que acabarían dando con sus huesos las víctimas de las diversas cazas de brujas, reos acusados por la mano corrupta de los ciudadanos de bien, los gobiernos, e incluso sus propios familiares, deseosos de quitarse de encima a una conyuge incómoda o una hija molesta.
The Town of Light toma como eje central de su historia uno de estos centros de internamiento, Volterra, un edificio real sito en La Toscana que durante gran parte del siglo XX sirvió de centro de tortura, prisión y base de experimentos en la que cientos de personas perdieron la vida y la cordura a lo largo de su cruenta historia.
La realidad, la peor pesadilla
The Town of Light hace una apuesta segura y se aleja del concepto del terror como objetivo ofreciendo a cambio una historia lenta y pausada en la que el terror es más una consecuencia que un fin. LZA.it no incide en el susto fácil, en el fantasma, en la criatura paranormal ni en el satanismo, sino que se centra por entero en las zonas más oscuras del alma humana colocando el mal como esa firma natural e inalienable de la conducta humana.
En el juego de LKA.it el terror no es la ficción de la mente de la que nos hablaban Stephen King y H.P. Lovecraft, sino que mana de la propia realidad de los cruentos acontecimientos por los que pasa la protagonista secundaria de nuestra historia, una voz, una sombra, Renée, una chica de apenas 16 años que ha pasado por los tormentos más indecibles que puede imaginar la mente humana de los mal llamados en ocasiones 'seres racionales'.
The Town of Light sirve así de juego, de historia, de obra maestra y de crítica brutal de una serie de acontecimientos que guardan esa forma de miedo que surge de los mayores desastres que la humanidad ha sabido crear con sus propias manos. Pasear por Volterra es pasear por Auschwitz, contemplar las tumbas de Hiroshima, examinar las fotos de Chernobil o pasear la visa por los campos desolados en Nagasaki. Una experiencia que va mucho más allá del miedo comercial de los triple A y que no entiende de realidades virtuales, puntuación ni zombies.
El resultado final de The Town of Light es el de un documental en forma de videojuego que conjuga muy bien sus dos partes, la de walking simulator y la de aventura gráfica con decisiones, para dar como resultado un título que, a pesar de contar con sus obvios fallos, normales de un juego de corte independiente, es una piedra de toque curiosa que va más allá del planteamiento de Kona para entroncar directamente con esas partes oscuras del alma que a veces son capaces de atemorizarnos mucho más que cualquier peadilla inventada por los creadores de las obras de terror.
¡Nos leemos!
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