Town y la teoría anti Migatte no Gokui, o por qué la escala pequeña es la mejor
El Nintendo Direct de ayer no ha estado nada mal. Es cierto que se ha repetido una dinámica que ya nos conocemos: anunciar ports para Switch pero, la verdad, entre que empezaron con Luigi´s Mansion 3, terminaron un nuevo Animal Crossing y apareció Town por el medio, a mí me convencieron. De los tres proyectos, el que más me interresa es este último. Lo nuevode Game Freak todavía no es más que un cigoto, una idea sin forma que se lanzará en una fecha indefinida del próximo año, pero tiene un par de ideas buenas.
Para que entendáis porque Town ha llamado mi atención tenéis que conocer una obsesión mía con los juegos de rol, series de televisión e historias en general: me fastidia cuando la escala de los eventos crece demasiado, me gusta cuando todo es local en lugar de universal. Adoro la primera etapa de Dragon Ball, sus viajes, su contención al lanzar rayos de luz por las manos y las limitaciones de sus fuerzas. Me gusta menos Dragon Ball Z porque la escala subió hasta un nivel que se abandonaron las tramas a favor de poderes excesivamente poderosos, y tira p´alante que malo será.
Por supuesto, gocé como cualquiera con la saga de Buu, pero ya me entendéis. Os cuento esto porque lo que más me emocionó de Game Freak fue la revelación de que todo se producirá en una misma aldea.
La gracia de poner barreras, limitaciones y frenos concretos a una idea es que se hace imprescindible trabajar de forma exhaustiva con cada partícula que la forma, porque hay límites que te impiden añadir otra. En Dragon Ball Z, si aparece un enemigo poderoso, da un poco igual porque Goku adquiere un nuevo estado de poder y a otra cosa. No hay que aprender una nueva técnica, no hay que exprimir al personaje porque el autor se permite subir de nuevo la escala de las cosas. Y así estamos con el Migatte no Gokui.
Town no parece querer ir por esa línea. Llegarán monstruos a una sola aldea, y punto. ¿A dónde nos lleva eso? A tener que emplear todos los recursos de nuestra villa, y nada más. Eso obligará a Game Freak a preocuparse de lo que pueden hacer los aldeanos, a hacer un combate interesante y a que la trama sea buena moviéndose solo entre conversaciones y hechos que llegan a nosotros, no nosotros a ellos.
Por esperar que Town sea esto, me gusta también el aire de cuento campechano que tiene el juego porque invita a pensar que la épica se reducirá, y también estoy un poco aburrido de que todos los videojuegos hablen del fin del mundo y de un elegido.
Town parece querer ser la humilde historia de un pueblo asediadada por los monstruos por un motivo aún no desvelado. Este punto de partida me parece perfecto. Llegará en 2019.
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