Total War: Warhammer lo está haciendo muy bien
El título creado por The Creative Assembly salió a finales del ya más que pasado mes de mayo. No han pasado ni cinco meses todavía desde que salió el juego. En cinco meses había dos opciones: Mantener el juego tal y como estaba en su lanzamiento, con alguna actualización que fuera necesaria, o introducir contenido nuevo que fuese completando y expandiendo el universo de Warhammer. En un juego así, todos tenemos claro que la mejor opción es la segunda, pero también sabemos que hay más de una compañía que habría optado por la primera hasta que se cumpliese un año del lanzamiento.
Por suerte para todos nosotros, The Creative Assembly optó por la segunda. Es así cómo empezó la serie de Lords Packs, de la que hoy toca a hablar porque, efectivamente, tenemos una nueva expansión. Cualquiera diría que estamos ante el primo lejano de Electronic Arts por aquello de los Sims y sus ochocientas mil expansiones, ¿verdad? Por suerte para nosotros, esto es bien distinto.
Hay odios innatos en la existencia de toda criatura, y más en un universo como el de Warhammer. Hay enemigos que sobrepasan las generaciones, que son eternos, y que por mucho que se luche y se les venza, seguirán ahí. Le pasa a los escoceses con los ingleses, o a los escoceses con los franceses, o a los escoceses con otros escoceses... Supongo que habéis pillado la idea (y la referencia a los Simpson). Pues bien, también me ocurre a mí con los jugadores de League of Legends – ergo, conmigo misma ya de paso – o con las cucarachas; y, por supuesto, también le pasa a los protagonistas de este Lord Pack.
La lucha entre enanos y pieles verdes es algo ancestral, algo que se ha dado desde el principio de los tiempos, o eso empiezan a pensar la mayoría de los implicados cuando ya llevan un par de batallitas. En The King & The Warlord, nos trasladamos al mismo centro de esta guerra particular, y lo hacemos con un par... de personajes bastante conocidos: Por un lado, Belegar Martillo de Hierro, Rey Legítimo de Karak-Ocho-Picos (y último rey que gobierna por aquí, todo hay que decirlo) y descendiente directo del Rey Lunn; por otro, Skarsnik, líder de la tribu Luna Torzida y el Goblín Nocturno más poderoso de las Montañas del Fin del Mundo. Lo mejor: Que a Skarsnik lo acompaña Gobbla, el Garrapato cavernícola gigante.
Voy a ser sincera: Jamás pensé que vería a Skarsnik en un videojuego de Warhammer. No sabéis lo que significa esto para mí (y para mi hermano, que tiene la figurita todavía por ahí guardada). Y, la verdad, debo decir que The Creative Assembly lo está haciendo muy bien por varios motivos. El motivo principal es, básicamente, que ha sido capaz de revivir un universo muerto y rematado por la propia Games Workshop.
Total War ha sido la salvación de Warhammer, y lo tengo cada día más claro. Los más veteranos están encantados con el juego, que incluye contenido de pago y gratuito, y cuyas actualizaciones llegan siempre en el momento adecuado. También los más novatos, aquellos que conocían Warhammer de oído, se han sentido atraídos por este título, para mí, el mejor Total War, y lo mejor de Warhammer (tras Warhammer Online, en paz descanse).
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