Todo el mundo quiere su propio Uncharted

Da igual a donde mires. Últimamente ves a Nathan Drake por todos lados. Te despiertas un día y te das cuenta que Lara Croft ya no resuelve puzles, sino que escapa de una plataforma que se desprende en el último momento. Hasta Ezio en sus últimos días buscaba la memoria de Altair de una forma más hollywoodiense. Luego está The Last of Us, pero por supuesto ellos tienen excusa. También llegan nuevos pretendientes, como Remember Me, que se inspiran en algunas facetas del juego de Naughty Dog, con persecuciones y un montón de espectáculo para los ojos.

 

 

Pero, ¿por qué esa manía de muchas editoras en tener su propio Uncharted? ¿Qué tiene el juego que todo el mundo quiere? Es decir, el estilo de Naughty es intachable, pero el juego no es el más vendido como algunas otras franquicias anuales donde podrían meter la mano...

 

Entoces, quizá, queda el prestigio. Tener una franquicia potente parecida a la de Sony da una buenísima imagen. Es un juego querido por todos, que sorprende tanto a jugadores nuevos como los que llevan toda la vida con sus ángulos de cámara imposibles y sus situaciones tan extremas. 
Además, es un híbrido entre algunos de los géneros que mejor están funcionando esta generación, como la aventura con algo de fácil plataformeo, los disparos en tercera persona y algo de puñetazos para variar. Lo cual te asegura un buen puñado de seguidores de la aventura y de las balas.

 

 

Todo el mundo quiere su propio Uncharted. Es una imagen de marca muy representativa y es totalmente comprensible. Es elitismo. Es un logotipo que todo editor quisiera poner su cartera de juegos. Y, lejos de lo que personalmente piense de la franquicia de Nathan Drake, si yo fuera una editora, también lo querría para mi y lo llevaría con orgullo. Mucho más que jugármela a competir en el campo de minas del shooter, de la conducción, de los deportes o incluso del MMO. Titanes que convierten tu producto en un «wannabe». Al menos, cada aprendiz de Uncharted, es una historia y un mundo diferente. 

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