Todavía creo en The Last Guardian

Me resulta casi imposible no creer en The Last Guardian. Después de perder la fe en Doom y recuperarla de golpe (literalmente lo del golpe), volver a leer sobre el tercer juego de Team Ico me alegra una barbaridad, incluso si lo que leo es que el desarrollo ha sido infernal por las limitaciones del hardware de PS3, en un primer lugar; y por el cambio de plataforma, más recientemente, lo que parece haber alejado a Fumito Ueda, el alma de ICO y Shadow of the Colossus, de su propio estudio.

 

Nada de esto es precisamente buena señal cuando hablamos de un juego tropecientas veces retrasado y que todo el mundo espera con muchas expectativas, sobre todo después de su nuevo anuncio en el E3 2015. Tener identificadas las señales y los problemas en público, por lo menos ayuda a tranquilizar el espíritu y pensar que Sony no ha abandonado el proyecto y que, si está tardando tantísimo, es porque quieren que salga bien y esté a la altura de sus antecedentes. 

 

 

Si no puedo dejar de pensar en The Last Guardian como la nueva venida de dios es porque tengo en muy, muy alta estima a Shadow of the Colossus. También a ICO, ojo, que es con el que ahora mismo veo más relación en este nuevo juego; pero la sombra (je) del primero sigue marcando para mí el trabajo de esta gente. Solo de pensar en que puedan hacer algo tan evocador y genuinamente emocionante, algo que te llegue tan dentro mientras juegas... Pues eso, no puedo pensar que The Last Guadian vaya a ser un mal juego.

 

Sí, desde luego temo ciertas cuestiones. Por ejemplo, qué tipo de control tendremos de la criatura que nos acompaña y cómo lo usaremos para hacer puzles. Echando la vista atrás, ninguno de los puzles de ICO era realmente muy interesante, los resolvíamos porque nos apetecía seguir descubriendo los misterios del juego, algo que tampoco va a sentar mal a The Last Guardian de ser así. Y el combate, pues bueno, dudo que sea nada por el estilo de Shadow of the Colossus, por pura diferencia de situaciones. 

 

 

¿Va a ser, pues, The Last Guardian un juego sencillo donde simplemente avancemos por ver cómo se desarrolla la relación entre niño y criatura? Tampoco me importaría. Hemos avanzado lo suficiente como para entender que algunos videojuegos pueden contar mucho sin apenas hacer nada. Y que precisamente una jugabilidad ligera bien llevada puede dejar que la narración avance sola, como pasaba con Journey. 

 

Lo único que le pediría a The Last Guardian es que hubiera aprendido algo de los muchos juegos que han bebido de las influencias de Team Ico en el pasado y que las integre de alguna manera. Un poquito de Journey, un poquito de Gone Home, quizá algo de The Witness; y así con otros muchos nombres que se me vienen a la cabeza. Esta gente marcó una época y demostró que se podían hacer otros videojuegos. Ahora que esos 'otros juegos' están tan normalizados, ¿va a ser The Last Guardian una continuación o una renovación? La verdad es que ambas perspectivas me gustan.

<< Anterior Siguiente >>