THQ: BANCARROTA

Era inevitable: aunque THQ ha intentado impedir por activa y por pasiva el proceso, finalmente, ha terminado cayendo en bancarrota. La empresa americana ha confirmado mediante un comunicado que se ha hecho efectivo y se ha acogido al capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, por lo que Clearlake Capital Group L.P. se ha hecho con el control de la firma y, por tanto, controla a los estudios de desarrollo de la desarrolladora y sus licencias hasta que aparezca un comprador. THQ estaba valorada en dos mil millones de dólares en 2007, los últimos valores de mercado la han tasado en 11,3 millones de dólares.

¿Qué nos debería preocupar de la noticia? Muchas cosas, evidentemente: estamos ante una de las más míticas creadoras de videojuegos de los últimos años. La marca peligra, pero Jason Rubin, actual presidente, ha salido a la palestra para apagar el fuego ante los medios y la comunidad de jugadores: “Hay mucho talento en THQ y estamos a la espera de poder colaborar con inversores de gran experiencia y crear nuevas franquicias en lo que supone un nuevo comienzo para nosotros”. Un mensaje optimista para un momento pesimista, desde luego.

Resulta interesante conocer las intenciones de la actual THQ: de momento no parece que se vayan a producir despidos en los distintos equipos de desarrollo, por lo que toca esperar nuevas noticias al respecto, ya que todos conocemos otros ejemplos igual de míticos que pasaron por procesos similares y que no se salvaron una dramática y terrible solución. De momento, los juegos que tienen en desarrollo continúan con normalidad y no se esperan retrasos o cancelaciones de ninguno de ellos, puesto que ya están en un desarrollo bastante avanzado.

El comunicado oficial de THQ es claro en ese aspecto: “Nuestros estudios siguen abiertos y no han cambiado los planes de desarrollo de ninguno de ellos. Tenemos confianza en nuestros futuros lanzamientos (…) Tras la aprobación de los contratos establecidos como parte de la propia venta de la empresa, Clearlake asumirá los respectivos gastos”. En ese aspecto, al menos, de momento podemos estar tranquilos: Metro: Last Light, South Park: The Stick of Truth y Company of Heroes 2 están a buen recaudo y siguen su camino.

El interés de la productora y su futuro sigue pasando por franquicias importantes como Warhammer 40.000, Red Faction, Darksiders o productos licenciados de películas infantiles de Dreamworks o un contrato en vigor con la World Wrestling Entertainment. En el peor de los casos se tendrán que renegociar los distintos contratos y podrían acabar en manos de otras distribuidoras. Los trabajos importantes también podrían acabar recalando en otros estudios, como ha pasado en muchas ocasiones con otros títulos de la industria.

En todo caso, tomemos con cautela cada una de las informaciones positivas que se dan al respecto de un caso de bancarrota: ya avisamos en su momento que podría ocurrir, no era difícil adivinarlo, pero a todos nos habría encantado perder esa apuesta. Uno de los ejemplos más dramáticos en los últimos años fue el de Acclaim en el año 2004, pero fue una desaparición mucho más trágica y rápida: testigos de dicho momento confirmaban que fueron invitados a abandonar las oficinas con sus pertenencias quince minutos después de que los accionistas explicasen la situación de la firma.

Será la comidilla durante los próximos días, por lo que es probable que las noticias y declaraciones se vayan sucediendo según pasen las horas. Los problemas de los americanos se confirmaron en la pasada navidad, tras el desastroso lanzamiento de Udraw en múltiples plataformas y convirtiéndose en una de los mayores fracasos de la presente generación de consolas. De momento, desear suerte a toda la gente que trabaja directa o indirectamente con THQ.