The Surge no es Dark Souls, aunque se acerca más que Lords of the Fallen
The Surge se acerca más a Dark Souls que Lords of the Fallen, pero ninguno de los dos consigue acercarse a la genialidad de From Software, y como comenté al hablar en su momento de Lords of the Fallen, es a través de jugar a estos títulos como más se aprecia la obra de los de Miyazaki. No digo que The Surge sea malo, de hecho es un trabajo mucho más sólido que lo anterior de Deck 13, pero aunque consigue reproducir con solvencia la estructura de los niveles de los Souls, ofrece un combate con buenos momentos y su sistema de personalización del personaje es maravilloso, le falta algo básico: alma.
From Software no entrega un juego difícil solo para retarnos, lo usa para favorecer la inmersión. Cuanto más repetimos un nivel más lo vemos y más nos preguntamos dónde estamos. Cuanto más nos machaca el mismo enemigo más queremos saber sobre él porque nos fijamos en detalles concretos de su presentación que se han reproducido con anterioridad en los niveles superados, en las armas que hemos encontrado y en los escudos. Todo ese trabajo se formaliza en un interés por la historia que se nos quiere contar, y que se narra a través de un diseño del relato preparado para ello.
The Surge gustará a los que buscan un reto (en ocasiones exagerado), pero no a los que quieren esta consecuencia de la dificultad, esa que tiene su afectación en la narración y también en la narrativa de un videojuego. The Surge entrega un entorno críptico pero con un relato que se acaba obviando por culpa de unos enemigos extremadamente genéricos. Cae en demasiados lugares comunes con lo que nos cuenta, y aunque sus personajes no jugador son cautivadores, y en algunos casos tremendamente enigmáticos, no consiguen salvar un mundo de juego que no sabe sacarle todo su jugo a su narración potencial.
De todas formas, vuelvo a lo que dije al principio: The Surge es mejor que Lords of the Fallen. Ahora tenemos un combate propio con sus más y sus menos, un absoluto acierto a la hora de preparar a nuestro guerrero y la lección aprendida en lo que se refiere a lo superficial de Dark Souls. Los deberes que tienen ahora los miembros de Deck 13 es olvidarse ya de From Software, entregándonos un tercer trabajo de este estilo con su propia narrativa, sus propios diseños de escenarios y sus propios bosses. El estudio progresa adecuadamente. Malo será.
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