The Last Guardian sí ha salido
Ueda, más que un diseñador de videojuegos, un creativo, o cualquiera que sea ahora la palabra cool para designar su puesto, es un tío que pare conceptos. De Ico y de Shadow of the Colossus no recuerdo ni su jugabilidad ni cómo se trepaba por los titanes, de lo que me acuerdo es de querer proteger a alguien y de vivir un mundo vacío pero llenísimo a la vez. Eso es Fumito Ueda, alguien que pone ideas sobre la mesa.
The Last Guardian no ha salido como videojuego, pero Ueda ya ha dicho que toda su labor en él está ya realizada, su mente ya ha aportado al proyecto todo lo que tenía que aportar, es decir, que su idea ya ha sido entregada al mundo. Y eso sí ha salido, aunque no como videojuego sino como motor impulsor de una generación cubierta por su sombra de coloso.
The Walking Dead, Papo y yo, Enslaved, The Last of Us y otros tantos... The Last of Guardian ha estado en todos ellos. Los desarrolladores han recogido el guante lanzado por Fumito y han hecho de él sus propios proyectos. Puede entenderse como un particular plan de marketing en el que se ha cubierto una necesidad demandada por el usuario, como el producto al que han llegado muchos a través de la inspiración de Ueda o como una tremenda casualidad, pero no deja de ser curioso que la generación haya casi arrancado con la promesa de The Last Guardian y éste no haya llegado, pero sí cientos como él.
La pregunta que tenemos que hacernos en este momento es sencilla: ¿Hay sitio para un The Last Guardian ahora? No sé vosotros, pero pese a haber adorado la primera temporada de TWD he quedado un poco harto de tanto sentimentalismo. Tantas experiencias emotivas y sensibleras me han llevado a hacerme con Resident Evil 6, sí, en serio, no lo había jugado y tenía ganas de algo más tonto, mediocre y básico.
Viendo el panorama actual, se está abriendo un nuevo ciclo: el videojuego está hardcorizándose de nuevo, están apareciendo nuevas mecánicas nacidas con la necesidad de que los juegos vuelvan a ser profundos a los mandos, de hecho, el concepto survival se está haciendo fuerte, como un canal para acercarse a los límites severos del videojuego, bien sea contra otros jugadores, a lo Day Z o contra la máquina con Dark Souls 2. Por eso mi respuesta es “no”, yo ya no quiero The Last Guardian, quiero que se siga por este camino, quiero que la jugabilidad se afile a través de esta senda, no más seriales lacrimógenos, al menos por un tiempo.
Es por ello que ya hemos jugado a The Last Guardian. No se ha materializado en un videojuego, no, pero sí lo ha hecho definiendo una generación, pero una que ya se ha acabado.
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