The Escapists y The Walking Dead combinan muy bien
He de reconocer que me esperaba más bien poco de The Escapists The Walking Dead, que parecía una unión demasiado comercial y con muy poco sentido a priori. Combinar el título indie que nos proponía escapar de diversas cárceles con el cómic o la serie de televisión en la que el apocalipsis zombi es el gran protagonista, no parecía tener muchos puntos en común. Sin embargo, han conseguido crear una obra que me ha dejado muy satisfecho.
The Walking Dead es una obra bastante más compleja de lo que muchos pueden pensar, ya que tiene en la evolución del contexto y de sus personajes su mayor virtud. No solo estamos viendo a un grupo de supervivientes que se tienen que enfrentar a unos cuantos zombis que quieren arrancarles las tripas y comerse sus entrañas, sino que somos testigos de cómo el mundo va progresando, al igual que ellos mismos como personas. Al final, los personajes logran adaptarse al mundo y dan por hecho que el final llegará en algún momento, creándose una atmósfera muy negativa en general. Sin embargo, este conformismo lleva a algo que nos define muy bien como humanos: el enfrentamiento entre ellos por asuntos banales que tienen que ver con ese ego tan característico de nuestra especie. The Walking Dead deja muy claro que el ser humano no sería capaz de sobrevivir a ninguna catástrofe semejante porque los supervivientes terminarían enfrentándose entre ellos, en vez de trabajar juntos para prosperar.
Son varios juegos los que han tratado el tema, aunque por el momento yo me quedaría con dos. El propio The Walking Dead de Telltale Games, que supo entender esa importancia hacia las relaciones humanas más allá de los zombis y el peligro más primario; y el increíble The Last of Us de Naughty Dog, que sabía plasmar de forma magnífica ese nuevo mundo al que los humanos han terminado acostumbrándose, donde las relaciones entre ellos y el puro egoísmo terminan siendo la clave de la historia, no tanto el peligro a una infección zombi.
En The Escapists The Walking no se llegan a esos niveles tan extremos de profundidad, ni mucho menos, pero sí que se sabe adaptar la jugabilidad de un juego que ya existía con la personalidad y el mensaje que The Walking Dead trata de transmitir. De esta manera, en casi todas las misiones deberemos enfrentarnos a un objetivo principal mientras realizamos actividades rutinarias que también nos sirven para sobrevivir.
Ese concepto de "huida constante" está muy bien incorporado. En The Walking Dead, los personajes nunca están seguros escondidos en un lugar y ellos lo saben. Puede que encontrar un refugio sea suficiente para controlar la amenaza durante un tiempo, pero bien sea por motivos de seguridad ante estos zombis o por motivos puramente humanos (las relaciones entre ellos) saben de sobra que no van a quedarse en un mismo lugar para siempre. Es la nueva realidad de un nuevo mundo al que ya se han acostumbrado. The Escapists The Walking Dead lo sabe retratar muy bien, apoyándose en ambas cosas: por un lado el objetivo principal (que suele ser el más importante y el que hace avanzar al grupo de una forma u otra) y el que nos permite sobrevivir un día más realizando acciones cotidianas, como participar en las tres comidas diarias, lavar la ropa, hacer ejercicio...
También está presente ese halo de negatividad, con unos personajes que hablan entre ellos y siempre tienen un mensaje claro: podemos morir en cualquier momento y lo sabemos. The Escapists The Walking Dead no llega a ser profundo en ningún sentido, pero sabe combinar la personalidad del título que ya existía y de la obra de zombis con mucho acierto. Una pequeña sorpresa, desde luego.
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