The Division pasa por sus horas más bajas
Hace unos meses, la mayoría de jugadores de The Division en PC abandonaron la experiencia por problemas de todo tipo, entre los que se encontraban la proliferación de jugadores tóxicos y las pocas ganas que parecía demostrar Ubisoft Massive en solucionar el asunto. Nosotros ya advertimos por aquí que quizás el problema no fuera solo de unos problemas técnicos y de unos usuarios tramposos, sino de que la oferta endgame del título no era precisamente la mejor del mundo. Ahora, incluso el estudio de desarrollo está de acuerdo en afirmar que el juego está pasando por sus horas más bajas.
Fue en el último State of the game, donde algunos desarrolladores de The Division suelen hablar sobre el estado actual del juego y las próximas actualizaciones que se avecinan, donde dejaron claro que saben perfectamente lo que está ocurriendo, y que están trabajando para evitar que el juego siga teniendo los mismos problemas que están llevando a cada vez más personas a abandonar la propuesta. Yo mismo regresé durante muchas horas al título cuando llegó su último DLC, Subsuelo, pero lo terminé abandonando al comprobar de primera mano que todas las características por las que se suelen quejar los jugadores más habituales son totalmente reales.
Por un lado tenemos el sistema de looteo de The Division, bastante mejorable, que siempre te recompensa con los mismos objetos y que prácticamente no hace ninguna distinción entre los modos que estás jugando o no. Es decir, que te da lo mismo intentar superar una Incursión o hacer sin parar las misiones aleatorias del último DLC, porque al final tienes las mismas posibilidades de que te toque lo mismo. Los vendedores han perdido todo el sentido del mundo, ya que nunca ofrecen armas o equipaciones de alto nivel que sirvan de algo a los jugadores que de verdad se pasan por esta Nueva York de forma diaria. Además, los continuos nerfeos a distintas armas o equipaciones hacen que sea realmente frustrante invertir horas en la construcción de tu build para que finalmente no sirva para nada.
La Zona Oscura, esa original propuesta que a muchos jugadores les hizo comprar The Division, se ha convertido en un lugar a evitar. Los jugadores aprovechan la falta absoluta de equilibrio en el PvP para llevar una escopeta y un set de equipamiento concreto, con el que siempre van a conseguir vencer a cualquier otro jugador, sobre todo si se adentra a esta zona a solas. Lo mismo ocurre con el PvE, con enemigos que son cada vez más poderosos, que aguantan una cantidad de balas enfermiza y que son capaces de acabar con nosotros de muy pocos disparos, sobre todo esos escopeteros que son capaces de matarte de dos balas a doscientos metros de distancia.
En definitiva, la experiencia que ofrece ahora mismo The Division es ciertamente frustrante para los jugadores más habituales, ya que ninguna de las características principales que realmente puedan conseguir que la experiencia o el esfuerzo merezca la pena funcionan bien, con muchas promesas por parte de Massive pero con muy pocas acciones palpables. Todavía quedan expansiones por llegar y confío en que después de que el estudio haya reconocido abiertamente el estado del juego todo se solucione y vuelva a merecer la pena regresar a este título, pero ahora mismo solo puedo pensar en un final prematuro para esta obra.
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