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The Black Glove se resiste a morir

Necesita 400.000 dólares en 48 horas
Por Toni Piedrabuena

No es que pidiesen una cifra absurda: 550.000 dólares por desarrollar su juego para PC. ¿Detrás del proyecto? Day for Night Games, ex desarrolladores de Irrational Games que quieren hacer realidad The Black Glove, un título en primera persona que nos convierte en los dueños del Equinox, un teatro de los años veinte en el que nada es lo que parece. Podemos entrar en la cuarta dimensión para cambiar las perspectivas artísticas de un músico, un cineasta y un pintor. Buena pinta, ¿verdad? Parece que no: en Kickstarter se está estrellando.

 

Lo curioso es que, en estas circunstancias, otros proyectos tiran la toalla antes de hundirse del todo y comienzan a hacer nuevos planes, pero la gente de Day for Night Games no hace más que intentar lavar la cara a la obra para engatusar a nuevos usuarios que quieran poner su granito de arena en la red. Por ejemplo, hace unos días logró hacer compatible la obra con PlayStation 4, ayer mismo la compatibilizó con Oculus Rift y Project Morpheus. Hoy ha aparecido Ken Levine, con un mensaje un tanto rimbombante, ofreciendo su apoyo a sus compañeros.

 

 

¿Qué está pasando exactamente con el juego? ¿A qué se debe tanto interés? La obra me parece que tiene un concepto espectacular, pero mucho me temo que no está gustando como parece. Antes hablaba de estrellarse, pero permitidme hablar de 177.275 dólares de los 550.000 que piden a 72 horas del game over definitivo. Levine creo que ha soltado un mensaje lamentable en el que viene a reconocer que sí, que no ha visto nada, pero que son sus colegas y que va a salir bien. Mola Ken, pero no sé yo si ayudará o llevará a la sospecha. También han lanzado una campañita llamada #SaveTheBlackGlove, con sus imágenes, su hashtag y sus cosas. Desde que el crowdfunding y los Kickstarter se hicieron patentes en el mundo del videojuego, no he visto a un videojuego con mayor resistencia a su propia muerte. La curiosidad me está llevando a plantear el echar unos euros a ver si crecen. Veremos cómo sigue el proyecto, y en caso de morir, en qué queda.


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