Tablets para jugar en serio

No juego con mi smartphone ni para esos famosos cinco minutos en el baño. Angry Birds, Doodles Jump y Tiny Wings son nombres que no tienen nada que ver conmigo. Pero, ¿pueden las tablets hacer que nos tomemos en serio este tipo de plataformas?

 

Los móviles y las tablets viven una paradoja. Si nos gusta jugar, algunos de sus juegos más chorras nos parecen poca cosa y dignos de los 0,79 céntimos que valen. Sin embargo, hay algún puñado de juegos serios y clásicos que podrían darle buen uso a estos dispositivos, y tampoco jugamos porque no se terminan de adaptar a la pantalla táctil. Porque seamos sinceros, los sticks táctiles son un horror, y Capcom debería haber honrado su Street Fighter IV decidiendo no sacarlo en un smartphone.

 

Además, si tenemos una portátil siempre preferiremos esta cada vez que nos pongamos a jugar en serio, aunque nos quejemos de la diferencia de precio. Pero, ¿es posible jugar en serio? En un smartphone, y salvo alguna excepción para cubrirme las espaldas, yo diría que no. Puede haber juegos desafiantes como Real Racing o incluso potentes, como Dead Space, pero el control tradicional no se termina de adaptar a la pantalla táctil. Infinity Blade se ajusta al estándar, sí, pero, sinceramente, es un juego muy básico con unos gráficos de infarto.

 

 

Llegaron las tablets y la primera idea de los desarrolladores fue llevarlo todo a la nueva resolución. La verdadera ventaja para el jugador de toda la vida fue que algunas joyas clásicas como aventuras gráficas tomaban una nueva dimensión, tanto, que ya se está hablando que las tablets pueden recuperar la gloria perdida del género. Algunos estudios, como Pinkerton Road de Jane Jensen, ya están apuntando sus miras no solo a ordenadores y consolas, sino a tablets como plataforma principal de su nueva aventura gráfica Moebius.

 

Pero no sólo de aventura gráfica vivirá el tablet. El jugador serio también podrá disfrutar de un control casi nativo de RPGs clásicos occidentales, esto es, visión isométrica. Tal es el caso de la reedición de Baldur's Gate, la cual causó un gran impacto con su anuncio hace medio año. El sistema tradicional de la obra de BioWare se adapta perfectamente a la pantalla táctil del iPad. Y si el usuario responde, prepárense para ver ediciones de Baldur's Gate 2, Icewind Dale y hasta quizá un Planetscape Torment. Además, por supuesto, de otros títulos nuevos que se podrían sumar a la ecuación.

 

 

Pero aún no hemos considerado todas las opciones. Imaginaos por un momento el escenario, en el que acudiéramos a la AppStore y ahí vieramos en primer lugar de los más vendidos Diablo III. Esta podría ser la piedra angular del cambio de rumbo de los tablets. Un juego que, además, se sentiría más cómodo en esta plataforma que en una portátil actual. Posiblemente tú, jugador que rehuyes del PC y de la obra de Blizzard, serías el primero al que le picara la curiosidad de probar Diablo III en un iPad. Súmale ahora la trilogía completa de Starcraft II, realizando con tus dedos acciones a la velocidad de un surcoreano y empezarás a entender el tsunami que levantaría Blizzard si diera el paso en esta dirección.

 

Lo cierto es que todo juego de PC donde veamos un cursor en pantalla es potencialmente un juego que se podría trasladar a una tablet. Evidentemente, hay cosas que una tablet nunca podrá hacer correctamente. Los géneros shooter en primera o tercera persona, juegos de lucha, aventuras tipo Uncharted o Assassin's Creed o incluso de carreras están condenados a no disfrutar del control óptimo con una pantalla táctil. A no ser que plataformas como OnLive más un mando inalámbrico logren convertir la tablet en una simple ventana de juego. 

 

 

Lo que sí está claro es que a medida que las tablets van siendo más poderosas y nos alejamos más del lanzamiento de la nueva generación portátil, más se multiplican sus posibilidades. El argumento en contra es: "Ya, pero la tablet es un dispositivo para muchas cosas y la portátil es para jugar, por lo que siempre será mucho mejor la portátil". Pero ahí tenemos a los PCs, burlándose cada generación de los insultos que acumula. Quizá, a las tablets solo les haga falta un buen Steam, que filtre la basura. Y entonces las portátiles podrían echarse a temblar.

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