Swing Copters, el clon de Flappy Bird hecho por el creador de Flappy Bird

¿Sois de esa clase de persona que echaba de menos Flappy Bird? Probablemente no, porque el juego del pajarito y las tuberías fue un triunfo de los juegos para móviles, de esos títulos sencillos que se pueden estar jugando horas y horas y cuya mayor cualidad está en el simple hecho de poder manejarlo con un solo dedo. Era el juego perfecto para móviles, pero no uno que el usuario medio de consola fuese a jugar de forma adictiva.

 

Aún así, merece la pena hablar de él, o más bien, de su heredero, porque seguro que sabéis la movida que hubo con Flappy Bird: su creador, Dong Nguyen, estaba cansado del acoso que sufría debido a los adictos al juego, que le daban la vara en Twitter y, pese a que el juego supuestamenta hacía 50.000 dólares al día en publicidad, retiró el juego de la App Store y la Play Store. Y se acabó Flappy Bird. Hasta ahora.

 

Nguyen ha considerado legítimo crear un sucesor de su juego, por aquello de no contradecirse a sí mismo. Se llama Swing Copters y también se maneja pulsando con un dedo en la pantalla, su protagonista es complicado de manejar, hay que medir muy bien el timing y hay que avanzar a través de huecos en el escenario durante el mayor tiempo posible. La única diferencia es que ahora se avanza de abajo a arriba en lugar de izquierda a derecha.

 

 

Bueno, no, miento, hay otra diferencia: si Flappy Bird era un clon de otros juegos (en su jugabilidad, sus gráficos y hasta sus sonidos), Swing Copters tiene todos los elementos originales y está diseñado de forma diferente...aunque en el fondo sea una copia de Flappy Bird igualmente. 

 

Aquí nace lo gracioso de toda esta noticia: Swing Copters es un clon de un plagiador, pero como el plagio y el clon están hechos por el mismo autor, pues aquí paz y después gloria. Es absurdo cómo funciona a veces la industria del juego para móviles, sobre todo cuando la prensa ¿clásica? del videojuego entra a hablar de ellos y trata de destacar lo obvio sin que eso importe.

 

Que Swing Copters sea un clon de Flappy Bird importará a poca gente. De hecho, me extrañará que la mayoría de personas que lo descarguen a partir del 21 de agosto sepa que Flappy Bird era un clon de otros juegos o, siquiera, que Swing Copters está creado por la misma persona que este. En otras palabras, qué cosita más peculiar es la industria del videojuego para móviles y cuántos defectos parece acumular en tan poco tiempo de existencia.

 

Y que conste que a mi Flappy Bird me parecía un juegazo, pese a todo. ¿Quizá eso es la cuestión de fondo aquí, que mientras divierta, nada importa? No sé...

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